«¿La política del Estado no era producir cerca del punto de consumo?»

La línea de alta tensión entre la localidad lucense de Boimente y Pesoz (Asturias) forma parte de un proyecto más amplio que supone conectar Galicia con el centro de Asturias con un tendido y varias subestaciones en Pesoz, Grao y Buspol. Es el tercer frente asturiano, junto a la Semana-Velilla y la Soto-Penagos. La coordinadora de grupos ecologistas que lucha contra esta infraestructura recuerda en su defensa que la política del Ministerio de Industria es que la pro ducción de electricidad se acerque a los puntos de consumo. El movimiento asturiano gira en torno, además de los afectados directos, de estos grupos conservacionistas, que señalan que el impacto ambiental de esta línea en la parte asturiana es muy importante, al menos en la zona del río Agüeria y Santa Eulalia de Oscos. Proponen que este fuerte impacto en algunos lugares se califique como severo o crítico en relación a la vegetación y el paisaje. Asimismo, subrayan que la construcción de esta línea tendría unos efectos negativos importantes en relación al turismo y los valores culturales de la zona, como se reconoce en el estudio. Por ello, en caso de que se apruebe el proyecto, quieren que se incluyan importantes me didas correctoras en forma de un plan de desarrollo local de las comarcas. Asturias tiene en la actualidad siete líneas de alta tensión de intercomunicación con otras regiones, con lo que parece suficiente intercomunicación para exportar la energía sobrante que produce, tal y como reconocen estos colectivos. El Principado produce del orden de 22.000 megavatios/hora de media anual y consume 9.000 Mw/h.