167.000 millones de euros para pagar las pensiones del año que viene
Dos de las medidas estrella anunciadas por el Gobierno en los últimos meses, la revaloración de las pensiones y el establecimiento de la nueva prestación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) han supuesto que el gasto no financiero de la Seguridad Social crezca en los Presupuestos de 2021 hasta la cifra récord de 171.856 millones de euros, un 4% más que en las cuentas del año pasado.
Así, además de la subida del 0,9% de las pensiones (del 1,8% en el caso de las no contributivas) y la revalorización del 1,8% del IMV -su importe está vinculado a estas últimas-, también se equiparan los permisos de los dos progenitores en el nacimiento -lo que supone cuatro semanas más para el padre que en la situación actual- y se suma la prestación extraordinaria de cese de actividad aprobada con motivo de la pandemia, según explica el texto del proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado ayer por la ministra Montero en el Congreso.
Crecen las cotizaciones Sin olvidar que al incremento de las cuantías de las pensiones por la revalorización señalada hay que sumar el aumento del número de pensionistas esperado para 2021, lo que indica un gasto final solo en pensiones por parte de la Seguridad Social de 167.342 millones de euros, un 3,9% más que el año anterior. De esta forma, el pago de las pensiones se llevará 39,6 euros de cada 100 de los Presupuestos.
¿Y cómo se sufragarán? El Gobierno proyecta un "fuerte" incremento de la recaudación por cuotas por la esperada recuperación del PIB, en contraste con el desplome experimentado en 2020 a causa de la crisis sanitaria debido a las exoneraciones de cuotas en los ERTE y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Concretamente, la Seguridad Social tiene previsto ingresar el año que viene 157.562 millones, de los que 125.000 procederán de las cotizaciones sociales, con un crecimiento sobre el ejercicio anterior del 3,8%, lo que le permitirá financiar el 72,6% del presupuesto final. El sistema recibirá además transferencias del Estado por valor de 31.177 millones de euros, un 83% más, lo que permitirá reducir el déficit. Y el Estado prestará al sistema otros 13.830 millones para garantizar el equilibrio financiero dada la situación de la Seguridad Social, un importe idéntico al de 2020. Alivio de gastos Estos Presupuestos ya recogen que el Estado asuma gastos impropios de la Seguridad Social para aliviar un déficit que arrastra desde hace ocho años, tal y como recomienda el Pacto de Toledo. Y aunque el texto aprobado esta semana da un plazo de tres años para acabar con este déficit financiero y con la política de préstamos del sistema, el Estado ya asume en 2021 dos tercios del agujero que tiene el sistema al pagar vía Presupuestos 12.000 millones de euros de gastos que no deberían ir financiados con cargo a cotizaciones sociales.
Así lo explicó ayer el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, durante una entrevista en la radio, donde señaló que se toma como referencia el déficit de 17.500 millones que registró en 2019, ya que este año se disparará de forma coyuntural hasta el récord del 4,1% del PIB, por encima de los 45.000 millones a consecuencia de la pandemia e incluso en 2021 se mantendrá en el 3% del PIB. Para los dos últimos años de legislatura quedaría por sacar otro tercio de ese déficit, pero hay margen suficiente ya que aún habría más de 10.000 millones de gastos impropios por liberar, puesto que recientemente un informe realizado por el ministerio cifró en cerca de 23.000 millones de euros los que dejaría de pagar la Seguridad Social por gastos que no le corresponden. "El Pacto de Toledo nos está pidiendo que limpiemos la contabilidad y que estos gastos los asuma plenamente la Administración central para que se vea una foto genuina, que es un sistema más de equilibrio", precisó el ministro.