35.000 unidades pendientes de matriculación a nivel nacional

La vuelta a la actividad del sector de la automoción, de los concesionarios de vehículos, será a medias. También en los territorios que no han dejado atrás la fase cero de la desescalada, como ocurre con León, donde las condiciones de reapertura están condicionadas aún por el corsé de protocolos más estrictos para la venta, para la exposición, para el comercio. Aunque el mejor condicionante del mercado del automóvil se centra en la certidumbre económica, tan volátil en este periodo de pandemia. De los más de dos mil cien concesionarios que pueden abrir desde el pasado lunes (incluso aunque tengan más de 400 metros cuadrados), lo hacen con una tercera parte de su plantilla habitual: unos 42.000 empleados más otros 10.000 que ya estaban prestando servicios de urgencia en talleres. Esa es la situación real del sector a nivel nacional, con casi un 70% de su fuerza laboral sometida a expedientes de regulación temporal de empleo. Los primeros días -siempre con cita previa- estarán marcados por el cierre de las operaciones pendientes tras la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo. Se estima que 35.000 unidades están por matricular. Vehículos reservados atascado por la paralización de trámites. Superado este inconveniente, a medida que crezca la actividad en la red comercial, se producirá una variación irreal en la estadística. El déficit de ventas hace que el sector pida incentivos para la compra de coches.