Diario de León

Elecciones generales 10-N

Abascal supera los 50 diputados y podrá marcar la agenda desde el Tribunal Constitucional

Recurrirá ante el TC todas las leyes y normas con rango de ley que consideren "liberticidas y anticonstitucionales y que el resto de los partidos dejan pasar", anuncia el líder de Vox

El presidente de Vox, Santiago Abascal (2i), el portavoz en el Congreso de Vox, Iván Espinosa de los Monteros (i), la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (2d), y el eurodiputado de Vox Jorge Buxade (2d), saludan a sus simpatizantes en el exterior de la sede del partido en Madrid durante el seguimiento de la noche electoral. EFE/Javier Lizón

El presidente de Vox, Santiago Abascal (2i), el portavoz en el Congreso de Vox, Iván Espinosa de los Monteros (i), la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (2d), y el eurodiputado de Vox Jorge Buxade (2d), saludan a sus simpatizantes en el exterior de la sede del partido en Madrid durante el seguimiento de la noche electoral. EFE/Javier Lizón

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Álvaro Soto | Madrid
León

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Cuando hace apenas cinco años fundó Vox, y cuando en los comicios de los años siguientes cosechó unos resultados muy pobres, difícilmente podía pensar Santiago Abascal que en noviembre de 2019 su partido se iba a convertir en una pieza clave del tablero político español.

Con el impulso de la crisis en Cataluña, Vox dio ayer la campanada y logró 52 diputados en las elecciones generales. Además, se convirtió en la tercera fuerza del país y quizá más importante incluso para la gobernabilidad futura, superó el listón de los 50 diputados, lo que le permitirá recurrir ante el Tribunal Constitucional todas las leyes y normas con rango de ley que consideren "liberticidas y anticonstitucionales y que el resto de los partidos dejan pasar", aseguró en una primera comparecencia ante sus incondicionales Abascal. Si la legislatura se pone en marcha, Vox promete convertir el Constitucional en una tercera cámara en la que se acabarán dirimiendo las leyes nacionales.

"Tres millones y medio de españoles han confiado en nosotros y tengo un mensaje para ellos: no les vamos a defraudar ni vamos a dar un paso atrás", afirmó exultante Abascal, que apareció acompañado por Javier Ortega-Smith, Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio.

Su partido, recordó, "hace once meses no tenía representación en ninguna institución, apenas cuatro o cinco concejales en pueblos perdidos, y que ahora es la tercera fuerza política de España".

El líder ultraderechista reclamó la aplicación inmediata del artículo 155 en Cataluña e insistió en la "transformación del antigualitario y liberticida estado de las Autonomías".

"Tenemos a compatriotas secuestrados en Cataluña", afirmó. Entre gritos de 'Puigdemont, a prisión' y 'A por ellos', Abascal se felicitó por haber conseguido "la mayor gesta en la historia de la democracia de España". Pero el líder de Vox fue más allá de la política y recordó que su partido también ha protagonizado "un cambio cultural" al confrontar "la dictadura 'progre'" en asuntos como la violencia machista, el feminismo, la familia o la inmigración.

"Tenemos derecho a defender nuestras ideas. Se ha acabado la superioridad moral de la izquierda", proclamó, antes de apelar incluso a los votantes de izquierda, a los que pidió que se sumaran a "una alternativa patriótica que también les incluye a ellos".

Simpatizantes de Vox, en el exterior de la sede del partido en Madrid durante el seguimiento de la noche electoral. EFE/Javier Lizón

Más de medio millar de simpatizantes se acercaron a la sede del partido, situada en un barrio de oficinas del norte de Madrid, para celebrar el éxito de su partido y corear el 'Que viva España' de Manolo Escobar, una canción que bien podría servir como resumen del ideario del partido ultraderechista, que ha hecho de la unidad de España el punto básico de su programa. Tras la sentencia del 'procés' y los incidentes en las calles de Cataluña, Vox ha encontrado su 'momentum', y lo ha aprovechado en las urnas.

Los resultados de ayer fueron un éxito total para Vox. Por primera vez, fue la fuerza más votada en una comunidad autónoma, Murcia, y también en la ciudad autónoma de Melilla. En otras, como Andalucía, se quedó a un puñado de votos del PP.

Creció en todas las regiones y se hizo fuerte en la España Vaciada, que ha dejado de apoyar a Ciudadanos para volcarse con la formación ultraderechista. Pero Vox también mejoró sustancialmente en la Comunidad Valenciana, en Cantabria, donde logró representación, e incluso en Cataluña, con dos escaños en la provincia de Barcelona.

En las elecciones de abril, España dejó de ser la 'excepción europea' y la ultraderecha entró en el Congreso con 24 diputados. Pero aquel resultado fue decepcionante para Vox, al que algunos sondeos daban entonces casi el doble de representantes. A la segunda oportunidad, en la repetición electoral, ha logrado darle la vuelta al tablero electoral.

'Presidente, presidente', le gritaban anoche a Santiago Abascal sus seguidores. "Todavía no", respondía con prudencia el líder de Vox. "Pero en las próximas elecciones, saldremos a ganar", vaticinó.

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