«Ahora hay que ser muy sensatos y sacrificarse 15 días»

«Todos los días hablo con mis padres porque ya llevo más de diez días confinada en Campobasso (Italia). Esperemos que esto acabe pronto, pero mientras tanto hay que sacrificarse en casa y ser sensatos. Si tuviéramos conciencia se acabaría antes». Es Alba González Fernández, una alumna de Biología de la Universidad de León a la que la crisis del coronavirus le ha pillado en Italia con una beca Erasmus. No quiso volver a España ante la incertidumbre de qué le podía pasar si no cumplía con la beca, porque sólo le quedan cinco asignaturas para acabar la carrera. Para pasar la cuarentena, se mudó con otros compañeros estudiantes de Burgos y Córdoba a un piso en el que los cuatro están pasando estos días de aislamiento a la espera de que se resuelva la crisis y puedan regresar a la universidad de Campobasso a concluir su formación. Mientras, mantiene contacto diario con su familia y está constantemente mirando las noticias de España.

«Nos apañamos bien, pero cada día el ánimo va decayendo», apunta esta joven de 21 años que a pesar de llevar ya más de diez días en aislamiento no sabe si podrá celebrar su cumpleaños el 4 de abril, ya que en Italia el aislamiento está previsto, de momento, hasta el día 3, «pero se alargará». Precisa que a pesar de que su familia tenía muchas ganas de verla, en un principio le aconsejaron que no regresara hasta ver cómo evolucionaba la situación y su situación académica. «Tenía un vuelo para el día 13 de marzo, pero finalmente se canceló por el cierre de fronteras, todo cambió de la noche a la mañana», explica esta futura bióloga a la que ya le han confirmado desde la universidad italiana que no va a tener problemas para concluir su formación. Alba llegó a hablar con el consulado español en Roma, desde donde la informaron de que la mejor forma para regresar a España en aquel momento era por carretera, tren o por mar o bien cogiendo vuelos con escala. Una situación que le preocupó, como el planteamiento del barco, que hubiera sido un viaje de más de 20 horas hasta llegar a Barcelona en un espacio con muchísima gente.

El día en que la situación se agravó, fue a su casa para recoger las cosas más fundamentales y trasladarse con los otros tres españoles, dos cordobesas y un chico de Burgos, para no pasar sola el confinamiento. Entre ellos van superando los días a la espera de que la crisis del coronavirus llegue a su fin. Mientras, ven la televisión o juegan a las cartas. La joven también está aprovechando la cuarentena para leer libros que había dejado a medias y todos los días, los cuatro chicos españoles intentan hacer ejercicio con vídeos de baile o de fitnes. Estrategias para que las horas encerrados en casa cundan menos. «La situación en León está peor que aquí, aunque están comenzando a subir los casos, porque hasta hace unos días sólo había 5», apunta Alba que recomienda a los españoles no cometer los mismos errores que los italianos, que al principio no respetaron el toque de queda.