«Ahora los votantes de Ciudadanos y de Vox van a volver a casa, al PP»

José Miguel González Robles (Valdepiélago, 1986) presume de pueblo y de herencia política. Licenciado en Derecho, tiene una productora musical y representa a conocidos artistas. Apela al voto unido de los leoneses para sumar fuerzas en torno al PP y acabar con la provisionalidad del Gobierno socialista. Asegura que comparte con Juan Martínez Majo el proyecto de futuro del partido en la provincia.

—¿Qué ha cambiado desde el 28 de abril para que haya un cambio en el orden de la lista del PP al Congreso?  

—Esto es un partido vivo, que tiene muchísimas personas con posibilidad de formar parte de las listas. Y cada coyuntura obliga al partido a cambiar la estrategia.  

—¿El objetivo del PP es recuperar el segundo escaño?  

—Es que los leoneses se den cuenta de que la única alternativa a Pedro Sánchez es el PP. Por eso apelamos al voto unido en torno a este partido, los leoneses saben que disgregar el voto no sirve para nada.  

—Las encuestas muestran que no va a cambiar el escenario sin mayorías suficientes.  

—Puede haber cambio de escaños, pero los bloques van a estar ahí. Sólo pido que Pablo Casado sume la mayoría que permita el cambio. La situación es cada vez más compleja, es necesario apelar al voto útil y la responsabilidad.  

—En León, ¿cuánto han restado Ciudadanos y Vox al PP, y qué perspectivas tienen ahora?  

—Si sumáramos los votos de Ciudadanos y Vox al PP no sólo sería el líder indiscutible el 10-N, sino que posiblemente sacara los tres frente a uno del PSOE. Creo que ahora el electorado de Vox y Ciudadanos va a volver a casa.  

—Los procesos electorales recientes supusieron un fuerte varapalo para el PP, que perdió instituciones fundamentales.  

—Fue el resultado de la división de voto. Si se analiza bien no fue tan catastrófico. En el Ayuntamiento de León Silván perdió unos 400 votos, el PP no sólo salvó los muebles, sino que mantuvo sus votos. La Diputación provincial se perdió por 56 votos en el partido judicial de Cistierna. Y respecto a las elecciones de abril, en mayo se recuperaron casi 12.000 votos. Los resultados generales mejoraron.  

—¿La división que se palpa en el partido ha tenido también algo que ver?  

—La situación del partido es de absoluta normalidad. Me han acogido con ilusión, es una etapa nueva. Tengo una magnífica sintonía con Juan Martínez Majo, con el que estamos haciendo un proyecto de futuro para el partido, y con el que quiero seguir trabajando.  

—Es el hombre de confianza de Pablo Casado en León, ¿es un refuerzo de cara a las urnas?  

—Yo tengo que tener la confianza de los leoneses por encima de todo. Y si además tengo la confianza de mi presidente nacional, mucho mejor. No vengo a imponer nada, aspiro a traer a mi tierra lo mejor.  

—En la carta que el PP ha enviado a los votantes el apartado de León incide en las infraestructuras: A-60, A-76, impulso logístico y regadíos. ¿Son los asuntos más urgentes para la provincia?  

—León tiene muchos asuntos urgentes, pero lo que desde el Gobierno central puede ponerse en marcha ya es eso. En primer lugar concluir la León-Valladolid, que los dos únicos tramos que hay hechos los hizo el PP. La soñada Ponferrada-Orense es fundamental para vertebrar esa zona. Por supuesto la continuación del AVE a Asturias y a Galicia, acortar el tiempo entre Ponferrada y León; seguir apostando por la modernización de los regadíos y las concentraciones parcelarias. El PP vende realidades. Aunque somos autocríticos, las cosas no siempre se han hecho bien.  

—En el aspecto logístico, ¿cómo defenderá en Madrid el Corredor Atlántico, con la apuesta que hay por el Mediterráneo?  

-El objetivo es que León sea el nodo logístico del noroeste de España. La apuesta es decidida, estamos en una posición geográfica privilegiada para defenderlo y es el momento de exigirlo en todas las administraciones, también la europea.  

—El impulso que recibe Villadangos ¿hace que Torneros quede en un segundo plano?  

—Ese es el ejemplo de cuando se quiere desarrollar algo y cuando no se quiere. El PSOE sólo se acuerda de Torneros cuando hay elecciones. Sin embargo Villadangos es un compromiso real de la Junta. No renunciamos a Torneros, pero hay que defenderlo con realidades.  

—El Bierzo, ¿qué compromisos específicos necesita?  

—La apuesta del PP por El Bierzo es prioritaria. Por el sector agroalimentario, que es pujante y está reconocido internacionalmente. Y las cuencas, que podían tener sus térmicas funcionando hasta 2030, y el PSOE ha cerrado con una rapidez con la que no llegan las alternativas. Hay que incentivar con proyectos reales, como Forestalia, en la que la Junta ha invertido mucho.  

—¿Estamos a tiempo de que las cuencas tengan una transición justa?  

—Por supuesto, es el momento de apostar por ello. Lo primero que vamos a exigir es revitalizar unas cuencas que han generado tanta riqueza en la provincia, y no pueden quedar marginadas. Con proyectos como favorecer la implantación de energías limpias.  

—¿Tiene alguna receta para rellenar la España vacía?  

—La única es un gran pacto de todas las fuerzas, que pasa por menos impuestos y más internet. Donde hay un ordenador hay trabajo e igualdad de oportunidades.  

—¿Está en peligro la solidaridad territorial, de la que tanto depende una provincia como León?  

—Las personas importan más que los territorios, hay que garantizar servicios básicos, pensiones,...  

—Con un tejido empresarial de micropymes y autónomos, ¿cómo se fomenta la competitividad?  

—Casado ha propuesto ampliar la tarifa plana para autónomos en 12 meses, y que en función de sus primeros ingresos tengan una exención de impuestos; que se fomente la implantación de pymes en las zonas rurales, agilizar los trámites para crear empresas, una ventanilla única,...  

—Cataluña, Franco,... ¿Hablamos de lo que realmente importa a los leoneses?  

—Es fundamental hablar de la cohesión y la unidad de España, de estabilidad política para la estabilidad económica y social. El Gobierno actual no garantiza esto.  

—¿Considera que la incapacidad política para desbloquear la situación y formar gobierno en todos estos meses ha llevado a los ciudadanos al hartazgo?  

—Absolutamente. Sánchez no ha tenido intención de formar gobierno. Cuando se antepone al interés general el personal y partidista, con soberbia y arrogancia, se lleva a España a la improvisación y la incertidumbre.  

—¿El hartazgo se traducirá en una abstención más alta?  

—La sociedad española sabe que hay que ir a votar, no podemos seguir en la transitoriedad. Así no se puede avanzar y proyectar el país hacia el futuro.  

—Sea cual sea el resultado no va a haber mayorías suficientes. ¿Cómo se puede desbloquear el país, incluso desde la oposición?  

—Eso lo hablaremos el día 11. Ahora el país y la provincia necesitan un voto unido en torno a Casado. La única alternativa es el PP.