Barro, piedra, pizarra y cuelmo, trabajados por sus propios artesanos

Durante su intervención, el presidente del ILC, Jesús Celis, no quiso olvidarse de aquellas personas que han prestado un apoyo inestimable al museo preparando, con sus propias manos, algunas de las construcciones u objetos que a partir de hoy pueden ver los visitantes. Así, se refirió a artesanos del tapial y del adobe del cercano pueblo de Villaturiel, que crearon un muro en este material; a expertos en mantas y cobertores de Val de San Lorenzo, que arreglaron el antiguo telar presente en la colección entográfica, y a teitadores de cuelmu o paja de centeno procedentes de la Cabrera. También hay en el museo muchas otras reconstrucciones o recreaciones relacionados con la arquitectura leonesa. Tras el discurso de Jesús Celis, el presidente de Caja España, Santos Llamas, tomó la palabra para recordar que uno de los grandes objetivos de la entidad es «fijar población» y atender aquellos núcleos «más debilitados o desatendidos», sobre todo de las zonas rurales. «Enhorabuena a los habitantes de Mansilla», concluyó. Caja España aportó a la construcción del museo un total de 1.200.000 euros.