Diario de León

Epidemias famosas

El beso de Klimt y el grito de Munch llevaban virus

Desde Alfonso XIII al káiser Guillermo II, pasando por Conan Doyle, Walt Disney, Apollinaire, Kafka y Freud fueron víctimas de pandemias

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León

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La Primera Guerra Mundial estaba a punto de concluir cuando otra amenaza letal iba a exterminar al triple de víctimas: 40 millones de muertos, aunque algunas estadísticas hablan del 5% de la población del Planeta. La gripe española se llamó así porque este país, neutral en el conflicto bélico, no censuró las noticias sobre fallecidos. La pandemia afectó a ilustres de la época, desde Alfonso XIII a los líderes de la Gran Guerra, el primer ministro británico David Lloyd George, el presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson y el káiser alemán Guillermo II.

Peor suerte corrieron artistas como Gustav Klimt—autor del célebre cuadro El beso—, aunque es posible que el pintor austriaco fuera gafe, ya que antes de fallecer a los 55 años víctima de la gripe de 1918 había sufrido un infarto, una hemiplejia y una neumonía. Su colega noruego Edvard Much, el de la escalofriante obra El grito, sobrevivió a la enfermedad, aunque quedó muy tocado y dejó constancia de ello en un elocuente autorretrato, convaleciente por los síntomas del virus.

Kafkiano
El autor de ‘La metamorfosis’ asistió desde la cama a la caída del Imperio Austrohúngaro

El poeta y novelista francés Apollinaire fue otro de los famosos que pereció por la gripe. A su funeral acudieron Picasso y Modigliani, que murió pocos meses después, no está claro si de gripe española.

La mayor pandemia de la historia también se cobró la vida del filósofo y economista Max Weber, uno de los padres de la sociología. El escritor Edmond Rostand, autor de Cyrano de Bergerac, salió ileso de las trincheras, pero perdió la batalla contra la gripe. Franz Kafka pilló el virus en Praga. Durante su convalecencia asistió en directo, desde su ventana, a la caída del Imperio Austrohúngaro. «Contraer la fiebre como súbdito de la monarquía de los Habsburgo y recobrarse de ella como ciudadano de una democracia checa fue sin duda sobrecogedor, aunque también un poco cómico», escribió su biógrafo. Los novelistas norteamericanos John Dos Passos y Scott Fitzgerald, al igual que Walt Disney, no se libraron del contagio, pero se sobrepusieron.

Arthur Conan Doyle, el creador del detective más famoso de todos los tiempos, Sherlock Holmes, dejó de escribir tras la muerte de su hijo, que falleció por la gripe española. Igualmente, el padre del Psicoanálisis, Sigmund Freud, fue una víctima colateral de la epidemia. Nunca se recuperó de la muerte de su hija Sophie, que estaba embarazada.

En 1348 una enfermedad terrible se propagó por Europa dejando tras de sí un reguero de muerte y desolación. La Peste Negra diezmó poblaciones enteras, llevándose con ella al 60 por ciento de los habitantes del Viejo Continente. Alfonso XI el Justiciero fue una de las víctimas. La epidemia, al parecer, se habría extendido desde China, India, Asia Menor... En Francia murieron ‘la reina coja’ Juana y la esposa del Delfín; también la reina de Navarra y Andrea Pisano, el gran escultor de Florencia.

Felipe IV pidió un dictamen a la Facultad de Medicina de París sobre las causas de la terrible epidemia. Los científicos dictaminaron que se debía a una triple conjunción de Saturno, Júpiter y Marte en el grado cuarenta de Acuario.

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