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Castro Pinos, campeón contra el virus

Referente mundial en la pesca con numerosos títulos internacionales, en su faceta profesional como bombero en León trabaja en primera línea en la lucha contra la pandemia del Covid-19

Pablo Castro junto a su compañero en el Parque de Bomberos de León, Miguel Pinto. DL

Pablo Castro junto a su compañero en el Parque de Bomberos de León, Miguel Pinto. DL

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«Soy bombero por vocación y pescador por pasión». Así define Pablo Castro Pinos su doble faceta en la vida, la de un profesional que día a día, y más en estos momentos de crisis sanitaria, trabaja codo con codo junto a sus compañeros bomberos en el Parque de León ayudando a quien precisa de su asistencia, y también la de todo un campeón del mundo de pesca (en varias ocasiones) al que las situaciones extremas o difíciles lejos de amedrentarle le hacen seguir con más denuedo.

Y una de esas es la batalla contra el Covid-19. «Vivimos unos momentos complicados y todos tenemos, en la medida de nuestras posibilidades, que aportar el grano de arena para salir de ello», precisa. Pablo lo tiene claro, «cuando te llega un aviso no piensas en los riesgos que puede tener para ti. No voy a negar que hay que ser prudente y conocer a lo que te enfrenas. Algo que nos da la experiencia y también la preparación. Pero el miedo debe quedar atrás. Lo importante es que con tu acción puedes salvar vidas o evitar riesgos a las personas».

Para mí ser bombero es algo que llevo en la sangre, el servicio a los demás es una prioridad

En el Parque de Bomberos de León en el que trabaja con otro campeón del deporte como Miguel Pinto (Carreras de obstáculos) reconoce en estos momentos los incendios aunque siguen produciéndose no representan las mayores llamadas de emergencia. «Ahora se están produciendo más otras actuaciones como tener que entrar en las casas porque la policía o los sanitarios no pueden hacerlo. A veces te encuentras con situaciones complejas con gente enferma o que por problemas físicos no ha podido abrirte y tienes tú que facilitar la entrada a la ayuda que requieran, bien sea por la puerta o por la ventana. Ha habido casos en los que las situaciones son muy duras pero tiene que prevalecer la profesionalidad y hacer de tripas corazón para seguir adelante, aunque luego en casa a nivel psicológico y en frío te afecte más».

Castro Pinos con su medalla mundial al lado de García Ferreras. DL

Precisamente el tener que estar al pie del cañón en esta pandemia también ha variado sus hábitos familiares. «No voy a negar que trato de poner todas las medidas de seguridad para que al llegar a casa no pueda contagiar a mi mujer e hijos. Es lo que más me preocupa al dejar el traje de bombero. Ellos también lo saben y lo comprenden», precisa. Esas medidas de seguridad también son extremas en su trabajo. «Llevamos escrupulosamente el protocolo, a pesar de que a veces en situaciones de riesgo es complicado. Además, la desinfección es total. El camión o vehículo que sale del parque de bomberos está siempre perfecto y cuando volvemos tanto nosotros como todo lo que empleamos para cada actuación se desinfecta No sólo para protegernos a nosotros, también a las personas que tenemos que socorrer». Castro Pinos no se olvida tampoco de su pasión, la pesca. Horas y horas en los ríos y entre peces han pasado en la actualidad a un segundo plano. Por su trabajo pero también porque el estado de alarma impide esta actividad. No obstante se muestra optimista. «Ojalá vuelva pronto a los ríos. Eso significará que esta crisis sanitaria se va solucionando».

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