La construcción advierte de un dramático parón en otoño si no se reactiva la obra pública

El sector de la construcción ha retomado su actividad en la práctica totalidad de las empresas, tras el breve y abrupto parón al que les obligó el momento más duro del confinamiento. Hay proyectos y contratos pendientes y se están ejecutando a buen ritmo, pero los empresarios tienen la vista puesta en el medio plazo. En una actividad que depende de manera fundamental de la inversión pública, el brutal endeudamiento que implica la pandemia en aspectos sanitarios y sociales no es cuestionable, pero pone sobre la mesa directamente su futuro inmediato. Y advierten: si el gasto previsto en obra pública no se licita ni ejecuta, si los presupuestos de las distintas administraciones públicas, en su mayor parte bloqueados por la situación política anterior y las urgencias actuales, no se licita y ejecuta, la construcción, uno de los motores esenciales de actividad y empleo, frenará de manera dramática en otoño.

El mensaje de ha transmitido de manera clara a las administraciones locales, autonómica y estatal. La respuesta está en sus decisiones y pactos de índole política para optar por qué sectores de la economía se apoyan. Incluso desde el ahora más necesario que nunca endeudamento público. Y ahí el pacto entre las administraciones central y autonómicas y locales va a ser decisivo.

Desde la Confederación de la Construcción de Castilla y León, la patronal autonómica del sector, su presidente, Javier Vega, señala que en el momento actual «las empresas del sector se encuentra al 95% en un nivel de actividad normal». El también presidente de la Fundación de la Construcción de Castilla y León indica que la normalización, si acaso, no ha llegado a las pequeñas empresas que se encargan de las reformas «que invaden en exceso las edificiaciones habitadas».

Una percepción en la que coincide Jesús Luque Borge, presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Administradores de Fincas de Castilla y León. Un colectivo que se ha propuesto como motor de reactivación de las pequeñas obras que mueven millones de euros en las comunidades de vecinos; pero que reconoce también que las limitaciones de los espacios de reunión y el temor al contagio de los vecinos retrasarán en realidad el encargo de obras pendientes al menos hasta el final del verano.

Por su parte la Asociación Leonesa de Edificación y Obra Pública (Aleop), integrada en la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) ha reclamado también que las administraciones agilicen los trámites administrativos para resolver los expedientes acumulados y permitir que se ejecuten las obras pendientes de permisos administrativos

Por lo que se refiere a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte) que afectan al sector, el presidente de la patronal a nivel autonómico, y presidente de la Cámara de Comercio de León, señala que la mayor parte de los trabajadores de la construcción están trabajando. «Sólo esperamos que los Erte no se conviertan en expedientes de regulación de empleo (ERE) con despidos si dentro de cuatro meses las obras previstas no están licitadas y avanzadas para comenzar la ejecución», señala Javier Vega. Que insiste en que «una parte muy importante de la actividad del sector depende de la inversión pública. Pero también depende de ello el avance de proyectos vitales para el futuro de la provincia, como las infraestructuras, digitales y físicas, que diseñan el nudo leonés en el futuro del noroeste peninsular».