Diario de León

Crisis por el coronavirus

La construcción y la industria arrancan al 70% con precauciones por el miedo a contagios

Las pymes y los autónomos, entre los más afectados por la falta de medios de protección y la «improvisación» del Gobierno Más de 15.000 leoneses regresan al tajo con la mira puesta en los protocolos

La policía repartió mascarillas entre los trabajadores en el autobús. RAMIRO

La policía repartió mascarillas entre los trabajadores en el autobús. RAMIRO

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León

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La deshibernación de la economía ha comenzado en León con la industria y la construcción al 70% tras los quince días de parón fijados por el estado de alarma para todos aquellos que sectores que no fueran esenciales. Ayer se incorporaron al tajo más de 15.000 trabajadores, con la mira puesta en las medidas de protección, cumplir los protocolos fijados para evitar nuevos contagios y los equipos como las mascarillas. «Hemos vuelto con un poco con miedo, pero en la balanza está jugársela en el trabajo o comer», apuntaba ayer un trabajador de la construcción, quien especifica que en su puesto, que es al aire libre, es fácil mantener las distancias de seguridad, que su empresa les hace trabajar en jornada continua para que no coman juntos y que tampoco pueden usar los vestuarios.

«Se ha regresado con cierta normalidad, cumpliendo la normativa y las guías. Hay mucha sensibilización porque las medias de protección están calando, ahora hay más responsabilidad tanto por parte de las empresas como de los trabajadores», señala desde la Cámara de Comercio Javier Vega para añadir: «Hay más predisposición a cumplir los protocolos porque hay miedo porque sigue habiendo mucho drama con la pandemia».

El sector de la obra pública supera el 90%, pero sin vestuarios y con sus equipos de trabajo

El presidente de la Fele, Javier Cepedano, critica la falta de diálogo social del Gobierno, que no cuenta con la opinión de sindicatos y empresarios, y la falta de información «que ha llevado al más débil a tener más dificultades para acceder a los medios de protección o a no poder estar preparado para arrancar». En este sentido, señala que los son los autónomos y las pequeñas empresas las que más han sufrido las «improvisaciones» del Gobierno: «Ha habido un gran desorden porque la última orden llegó casi a medianoche del domingo y muchos no sabían si podían o no empezar o si tenían los medios». Así, los más afectados son oficios como los fontaneros, los que acometen pequeñas obras, la climatización, las instalaciones eléctricas o las comunicaciones, que han arrancado al 40 o al 50%, según Cepedano, quien exige más medidas de protección con suficientes garantías de seguridad y recuerda que la falta de equipos de protección es una de las principales demandas de los empresarios.

Julio Álvarez, desde el CEL, remarca también que los equipos de protección no han sido suficientes y que se tenían que haber repartido entre las organizaciones empresariales para hacerlas llegar directamente al trabajador. «La gente tenía ganas de volver al trabajar y la vuelta ha sido con normalidad», señala.

«Las empresas se han preparado muy bien y todas las obras se han coordinado con las confederaciones. Las pymes saben que o trabajan o no habrá salida, por eso todos tienen ganas», señala el presidente de la Cámara de Contratistas, Enrique Pascual, quien incide en que las obra pública ha vuelto por encima del 90%. Eso sí, nada de vestuarios y manteniendo las distancias. «La construcción es optimista para mantener el empleo, pero se demandan más equipos de seguridad, aunque en muchos casos son válidos los que ya se usaban antes del coronavirus», añade, en relación a las gafas o a los equipos de protección habituales. «Se está trabajando con normalidad», especifica Pascual.

La última orden lanzada por el Gobierno el domingo, rozando ya el lunes, puso en alerta a los pequeños contratistas que ayer se enfrentaron a la problemática de acogerse a una medida «ambigua», como explica el presidente de los administradores de fincas, Jesús Luque Borge. «Habla de que no se pueden hacer obras si alguien vive en las casas, pero no tipifica. Por eso, ayer la policía sí permitió hacer unas actuaciones en determinadas comunidades de vecinos, mientras que en otras, tras recibir el aviso, no». Borge añade que tampoco ha habido tiempo para analizarla, pero recuerda que en las fachadas sí se puede trabajar.

«De estar así bien podrían haber esperado unos días más», lamenta el responsable de UGT León, Enrique Reguero, quien remarca que la economía de la provincia «seguirá fastidiada hasta que no se reactive el sector servicios, que es el último». Señala también que en muchas empresas ayer se organizaron para afrontar la jornada de hoy con todos los equipos de protección. «El Gobierno es quien ha tomado la decisión, veremos si la decisión es la acertada o no», apuntaba su homólogo en CC OO, Xosepe Vega, quien como Reguero avanza que los sindicatos estarán «vigilantes» para garantizar la seguridad de los trabajadores.

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