«Correr es una medicina y llevaba demasiado tiempo enfermando»

Nada más salir de casa y encarar la primera cuesta arriba que me lleva directamente al monte, un gato negro se cruzó en mi camino. Podría haber sido el presagio de una mala mañana, pero yo no soy supersticiosa y ese gato que me miró asustado, quizás porque hacía mucho que no me veía, no fue más que el primer testigo del día en el que volví a sentirme libre. Sí, soy runner, aunque me guste bien poco el anglicismo, y corro porque quiero y por otros muchos motivos; sobre todo, porque correr es para mí una medicina y llevaba demasiado tiempo enfermando. Redescubrí las pistas que llevan al pantano de Bárcena y la Senda de Bas. Están donde siempre pero diferentes, más esplendorosas, más verdes. Quizás es que las he disfrutado de otra manera.