Diario de León

Joaquín Meseguer Yebra. Director general de Transparencia de Castilla y León

«Creo, sinceramente, que los datos que ofrecemos son la realidad de lo que pasa en Castilla y León»

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León

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Joaquín Meseguer Yebra es el director general de Transparencia y Buen Gobierno de la Junta de Castilla y León. Asegura que no tiene «extracción» política. Funcionario de la Junta de Castilla y León desde 1996, emigró hace 15 años a Madrid para incorporarse al equipo de Ángel Gabilondo en su época de rector de la Universidad Autónoma de Madrid. Allí fue vicegerente de Recursos Humanos y Organización y, posteriormente, vicesecretario general. En el año 2008 se incorporó al Ayuntamiento de Madrid con Alberto Ruiz Gallardón como alcalde. En 2013 fue nombrado Inspector General de Servicios y en 2015, recién proclamada alcaldesa Manuela Carmena, asumió el cargo de subdirector general de transparencia el diseño e impulso del proyecto en la capital. Desde agosto de 2019 es el director general de Transparencia y Buen Gobierno de la Junta de Castilla y León.

—Castilla y León publica todos los días las estadísticas de afectados, situación de las ucis, mapas con la evolución de la pandemia por áreas de salud... Ha habido mucho debate sobre la información que se ofrece de los casos en esta pandemia ¿De dónde salen todos esos datos? ¿cómo llegan? ¿cómo los cuentan? ¿cuántos datos manejan diariamente para hacer las estadísticas?

—Manejamos miles de datos diarios. Se trata de una labor ingente y delicada donde hay que extremar el cuidado en el tratamiento y transmisión de la información. El flujo de datos es muy voluminoso y constante desde primeras horas del día, y hay que asegurar siempre la certeza del dato. Garantizar que la información se pueda entender fácilmente por cualquier persona, aun sin conocimientos previos o cualificados, es uno de nuestros deberes y no siempre es fácil conseguirlo. Los datos los recibimos, especialmente, de la Consejería de Sanidad pero también de la de Familia e Igualdad de Oportunidades. Es muy importante dejar claro que desde Transparencia no generamos la información que difundimos. Nuestro papel es descubrir dónde está la información que, por su relevancia, es necesario poner a disposición de la gente, perseguirla (somos muy obstinados) y una vez conseguida, prepararla y cuidarla para que pueda verse y comprenderse por todos sin generar confusión.

Contagios
«La higiene y la distancia social son imprescindibles para reducir los contagiados»

—¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo conjunto con la Consejería de Sanidad?

—Esta crisis no solo me ha servido de verdadero chapuzón de humildad, sino como una experiencia única de aprendizaje. Haber tenido enfrente a la Consejería de Sanidad en esta tarea (mejor dicho, al lado), ha sido una de esas suertes que uno no acaba de creerse del todo. No habido ni una ocasión en la que se hayan negado o puesto resistencia a facilitar toda la información. Todo lo contrario. Esto es, y me da pena decirlo, absolutamente excepcional. Los que nos dedicamos a esta tarea dentro de las administraciones nos sentimos en cierta manera ‘ninguneados’ y con la sensación de ser más una amenaza que una oportunidad. Seguimos encontrando muchas puertas cerradas dentro de nuestra propia casa pública y ya es tiempo de que esto cambie si queremos una administración moderna, abierta y próxima al ciudadano. Inocular el cromosoma de la transparencia en la genética, en el ADN de las organizaciones públicas es un proceso costoso, por momentos ‘tortuoso’, pero tenemos que conseguirlo.

—En la toma de decisiones para la gestión de la pandemia Covid-19 se ha mostrado imprescindible conocer su evolución y afectación ¿Qué valor tiene la gestión de los datos y qué garantías tiene la ciudadanía de que esas estadísticas que nos muestran son la realidad de lo que pasa?

—Mire, en nuestro país nos sigue atrayendo mucho más el rumor y el cotilleo que la información veraz y contrastada. Nos gusta saber todo de los demás, pero que nadie sepa de nosotros. Nos sentimos más cómodos en el mundo de las sensaciones que en el de las evidencias, despreciamos la certidumbre del dato mientras damos rienda suelta al bulo. La responsabilidad de los que trabajamos en Transparencia es capturar todos los datos relevantes y facilitarlos a los equipos de gobierno para que tomen mejores decisiones, pero también para que los ciudadanos puedan exigir que las decisiones sean justas y motivadas, y tengan como único fin mejorar la vida de las personas.

El futuro
«Esta es la oportunidad que todos anhelamos para que la transparencia esté en el lugar adecuado»

—Esta pandemia ha resultado el espaldarazo que necesitaba el Big Data para que desaparezca definitivamente la burocracia, el papeleo y la solicitud de información. ¿Cree que esto es realmente Big Data?

—Yo creo que aun siendo el volumen y complejidad de la información muy significativos en esta crisis, al menos a nivel autonómico yo creo que no podemos hablar de una experiencia Big Data. Esto no significa que la gestión de la información en esta crisis no haya sido un verdadero reto difícil de encarar, sobre todo teniendo en cuenta que detrás de los datos hay muchas personas que, en este caso, están pasando por los momentos más críticos de su vida. El impacto de esta enfermedad, las vidas que está llevándose por delante, sus consecuencias económicas, etc., son todos ellos factores que han hecho y hacen más delicada y, también, vital la labor de informar. Siendo todo esto así, puede que esta sea la oportunidad única que muchos anhelamos para situar la transparencia en el lugar que se merece dentro de la gestión pública.

—Cada comunidad autónoma registra el número de fallecidos y afectados de manera diferente. Los periodistas sabemos que según cómo se analicen los datos se pueden llegar a conclusiones diferentes. En el caso de esta pandemia ¿cree que se llegará a saber realmente la dimensión que ha tenido en España, Castilla y León y León en concreto en algún momento?

—Creo sinceramente que los datos reflejan realmente lo que está pasando. Nunca antes hubo tanta información ni tanta demanda de datos y eso es compatible también con una cierta sensación de desinformación. Es tal el caudal de datos que algunas veces facilitamos, que discernir qué es y que no importante puede llegar a ser complicado. Probablemente necesitaremos una cierta distancia y tiempo para llegar a conocer el impacto de lo que realmente está sucediendo en nuestras mentes y hábitos de vida, en la forma de relacionarnos con los otros, etc. Por otra parte, términos como PCR, prevalencia o tasa de letalidad han pasado definitiva e inconscientemente a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano sin que seamos capaces de discernir cuál es su verdadero significado o alcance. Nos hemos convertido en ‘científicos’ de la noche a la mañana, y nos hemos creído con capacidad no solo de opinar sino de juzgar lo que dictaminan los expertos.

Traslado de datos
«Recibimos los datos a las 20.00 horas del día anterior y los trasladamos diariamente al Gobierno»

—¿Qué ha fallado en esta pandemia para que desde el principio hubiera un descontrol de los datos?

—Sin duda experiencia, que es lo que cualquiera hubiera deseado en una situación así. Puede que también algo de conocimiento, de «ciencia». Y sobre todo, pienso que ha faltado reflexión. Es verdad que en un momento en el que el edificio se te viene encima, se desmorona, pedir un poco de reflexión parece lo más inoportuno y hasta una pérdida de tiempo. Cinco minutos de ‘mesura’, no mucho más, pueden salvar muchas vidas y, sobre todo, garantizar mayor acierto en las decisiones.

—¿Trasladan diariamente esos datos al Gobierno para que tomen decisiones? ¿lo hacen todas las comunidades autónomas?

—Sí, así es. Nosotros empezamos a recibir los datos que ofrecemos cada día en torno a las 20.00 horas del día anterior. Y ahí empieza todo un proceso que finaliza en torno a las 14.00 horas cada día, incluidos domingos y festivos, sin descanso, haya o no rueda de prensa. Durante todo ese tiempo, el flujo de información es casi constante. Cuando recibimos una información o un conjunto de datos nuevo, analizamos en primer lugar qué aporta o en qué ayuda a entender mejor la situación. Somos de la opinión de que si el dato no es útil, suele ser, más bien, un estorbo. También es cierto que muy pocas veces descartamos la información que se nos suministra. La experiencia nos demuestra que siempre hay alguien va a encontrar una utilidad o beneficio en cualquier dato por insignificante que puede parecer. El paso siguiente es decidir cómo mostrarlo para que se pueda entender lo mejor posible. El ‘método’ suele ser parecido en todas partes. Lo que suele variar esencialmente es la colaboración que pueda existir por quien tiene que suministrar la materia prima, la información. Quiero insistir, la que hemos tenido por parte de la Consejería de Sanidad ha sido la mejor de las imaginables y, además, creo que hemos sabido reaccionar con agilidad, con suficientes reflejos. Esto es lo que ha hecho que todos los medios y los mejores periodistas de datos a nivel nacional nos hayan reconocido como una de las referencias a seguir en la política de datos y de transparencia en esta crisis.

—Tras la experiencia ¿qué cambios realizarán en el sistema de trabajo de transparencia en la Junta de Castilla y León?

—Yo creo que necesitamos no tanto métodos nuevos como más medios para alcanzar mayor capacidad. Los que vivimos este oficio con pasión siempre echamos de menos dos cosas: mayor concienciación de los responsables y directivos públicos sobre la importancia de una gestión pública transparente y disponer de equipos de personas mejor dotados. Y cuando hablo de más dotación no me refiero a hordas ni multitudes. Con una o dos personas más que vivan este proyecto con la implicación que requiere, doblaríamos nuestros resultados.

—¿Tiene previsto poner en marcha alguna otra herramienta que ayude a mejorar la información?

—La información que ha tenido mayor impacto ha sido la de los datos sanitarios y epidemiológicos, pero también hemos desarrollado en Transparencia otros contenidos muy interesantes que pueden consultarse. Castilla y León fue la primera que desde mediados de marzo empezó a ofrecer información diaria sobre la evolución de los Ertes por causa de fuerza mayor derivada de la Covid-19, y de las pocas que aún siguen haciéndolo. También ofrecemos la información sobre los contratos de emergencia, de actualización semanal, o el mapa de comercios que reparten a domicilio.

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