Diario de León

LEONESAS DE AYER Y HOY. PILAR GARRIDO MARTÍNEZ

La directora de Telefónica que metió a León en la era digital

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Pilar Garrido Martínez (Villamañán 1945-2015) fue una mujer de armas tomar. Nacida en el seno de una familia numerosa, cuatro mujeres y tres hombres, y acomodada, su padre era el veterinario del pueblo, estudió en las Teresianas de León y a la hora de elegir carrera miró de escoger una licenciatura para irse a Madrid.

Siempre hablaba con entusiasmo de su etapa universitaria en la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense. Sobre todo por lo vital. Los estudios los sacó, con beca incluida, pero sin pretender ser la primera de la clase ni mucho menos. «Era de las que estudiaba a final de curso», confesó en alguna entrevista.

En 1970 entró en Telefónica por oposición y tuvo su primer destino en el departamento de tráfico de la compañía en Bilbao. Allí se curtió como vendedora de ‘Matildes’, nombre de las acciones de la compañía que popularizó la campaña publicitaria protagonizada en 1967 por el actor José Luis López Vázquez. En el anuncio gritaba: ‘Matilde, Matilde que he comprado las telefónicas’.

La carrera profesional de Pilar Garrido tomó impulso cuando fue trasladada a Madrid para el servicio de estudios económicos de Teléfonica. En 1978 se casó con Andrés Nistal, un joven de Villamañán que había emigrado a Bilbao con 18 años, y, de nuevo en el País Vasco, fue nombrada subdirectora de administración de Telefónica en Vizcaya.

Estuvo vinculada al sindicato UGT y «pudo haber llegado a directora en el País Vasco», comenta un familiar, pero cuando se presentó la ocasión pidió el traslado a León. Cuando el PSOE llegó al poder en 1982, se inicia una nueva etapa de expansión y la internacionalización de la compañía con Luis Solana como presidente de la empresa estatal. La compañía quería modernizarse por dentro y por fuera. Pilar Garrido tenía trayectoria. Sus más de quince años en la compañía cuando accedió al cargo a finales de 1986, no fueron óbice para que el nombramiento de una mujer al frente de Telefónica en León, revolucionara su entorno tanto entre los altos cargos como el entonces poderoso comité de empresa, aunque nada trascendió de puertas para afuera. También para los poderes públicos fue uno de los primeros envites de una mujer poderosa.

«Era una mujer de carácter», comentan quienes la conocieron. «Y de armas tomar», añande algunos. En su etapa al frente de Telefónica en León afrontó primero la reorganización territorial de la compañía, con la desaparición de la zona (y por tanto la ahora reivindicada centralidad de León en el Noroeste ibérico). Ella misma reconoció que «fue difícil: «Había que explicar a la gente porque se cambiaba».

Los derribos del pantano de Riaño también figuran entre los momentos más duros de su gestión: «Había una presión muy fuerte y el trabajo de seis meses hubo que hacerlo en 15 días». Dos semanas con demasiada tensión para las que se había preparado aunque, como recuerda un allegado, no pudo contener la emoción cuando vio el valle tomado por la Guardia Civil. Y eso que en su pueblo se beneficiarían años después de los regadíos.

Dar respuesta a la creciente demanda de usuarios y cobertura al medio rural a través de convenios con la Diputación provincial fueron la cara más amable de su gestión en Telefónica. Sólo si conseguía los resultados esperados estaba conforme.

En aquella época las inversiones de Teléfonica —5.000 millones de pesetas (30 millones de euros) en 1988— competían con los cualquier institución de la provincia y eran noticia portadas en la prensa local.

Con la modernización llegó la era digital, una tecnología que a pesar de ser puntera dio muchos quebraderos de cabeza a la directora de Telefónica por los numerosos cortes que se producían en el período de «aclimatación». Durante su etapa se puso en marcha la marcación abreviada para los Bomberos (080), que se presentó en un acto público en el que coincidió con otra mujer que empezaba su carrera política como delegada de la Junta en León: Isabel Carrasco.

Pilar Garrido era consciente del poder que representaba ser la cabeza visible de la principal empresa de gestión pública en León. Fue una aliada exigente de los gobiernos socialistas provinciales. La sociedad leonesa también sabía qué lugar ocupaba ella. En 1990 le concedieron el premio Lady Master a la popularidad por el sector empresarial.

Con la llegada del PP al poder y la privatizción Pilar Garrido fue apartada de la dirección a mediados de 1990. Llegado el momento, cuando le ofrecieron un trasladarse a Madrid, no quiso irse de León, aquí estaba su familia, el marido, su hija Isabel y su hijo Isidro. Optó por pedir la cuenta y marcharse de la empresa.

Se jubiló como profesora asociada de la Facultad de Económicas y fue presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuarios de León. Con sólo 69 años falleció. Se fue en silencio el 13 de agosto de 2015. Al día siguiente era el aniversario de su boda.

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