Diario de León

«El PSOE de Castilla y León no encuentra el camino para llegar a los ciudadanos»

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Con Jesús Posada en su despacho de presidente del Congreso se tiene la sensación de acudir a la Historia, no en vano su lugar de trabajo está al lado de nombres míticos, como el llamado Salón de los Pasos Perdidos, y, por supuesto, cerca del hemiciclo. En definitiva, en la zona noble del complejo parlamentario, y un tanto apartado del edificio moderno y más funcional en el que desarrollan su actividad diaria los parlamentarios. En su lugar de trabajo, como él mismo dice, hay poco lugar para la personalización, «porque todo lo que hay aquí es histórico», señala. Allí recibe a DIARIO DE LEÓN. Y da la sensación de que cuando Mariano Rajoy le nombró presidente, respiró tranquilo, puesto que Jesús Posada es más proclive a la continuidad del respeto institucional de su cargo, que a ser alguien que llega como si se considerara el elegido para acometer supuestas revoluciones pendientes.

—Su antecesor, José Bono, ¿le ha dado algún consejo? ¿Usted se lo ha pedido?

—Yo he tenido una transmisión de poderes excelente. Tengo que decir que conocí a José Bono siendo presidente de Castilla-La Mancha y yo, de Castilla y León. Siempre hemos tenido una relación buena. Sí me dio algunos consejos que yo considero interesantes. Todo el que está en un puesto y conoce lo que ha ocurrido, quizá te da algunos consejos que responden más a sus preocupaciones. Pero los consejos que me dio me han servido. Me alegro de que haya habido una transmisión de poderes realmente ejemplar como la que hubo. Bono se portó estupendamente.

—De esos consejos, ¿algunos confesables?

—Sí. Me dijo algo importante: «No es sencillo estar sentado en la mesa presidencial». Porque hay que estar pendiente de muchas cosas. Y él me llevó hasta la mesa y me enseñó: este es el botón de tal…, cuidado con los tiempos…, no dejes abierto esto… Me dio consejos prácticos y yo se lo agradecí mucho, porque, en efecto, no es sencillo.

—Tal vez una de las virtudes suyas a la hora de acometer el cargo sea que a pesar de su extensa trayectoria en altos cargos, siempre ha discurrido por la vida con mucha sencillez, humildad y normalidad. ¿Eso le aporta más empaque a la hora de ejercer su cargo de presidente del Congreso?

—Hombre, siempre me he sentido muy orgulloso de eso. Es decir, siempre he sido, por así decirlo, igual a mi mismo. Cuando fui presidente y dejé de serlo, cuando fui ministro y dejé de serlo, he hecho las mismas cosas y he tenido los mismos amigos, las mismas costumbres y he veraneado igual. Y pienso seguir haciéndolo mientras pueda, porque, por ejemplo, sigo yendo a mi casa a comer, andando, sigo paseando, tomando café en los mismos sitios. Sigo haciendo la misma vida aunque sea presidente, dentro de que hay imponderables que qué le vamos a hacer… Pero no he cambiado mi vida.

—De eso pueden dar fe en Los Pajaritos (el nombre del estadio de Soria, de su equipo de fútbol, el Numancia)…

—Sí, porque siendo presidente ya he ido. E iré al próximo partido (hoy sábado). Y saldré luego a tomar una cerveza. Nunca he cambiado y Soria sabe que soy la misma persona accesible. Y hay una cosa que hay que saber: soy presidente del Congreso pero sigo siendo diputado por Soria, el único del Partido Popular, porque sólo tenemos dos. Tengo unas responsabilidades que quiero subsanar. En mi gabinete hay un soriano, Javier Marqués, conocido en Soria pero en toda Castilla y León, y él puede llevar cosas que por mis responsabilidades actuales no le puedo dedicar todo el tiempo que me gustaría.

—¿Tendrá usted una especial sensibilidad hacia Castilla y León, a nivel de relaciones, visitas y la labor de presidente del Congreso?

—Por supuesto que sí. Y así se lo he manifestado a Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León. Ya se lo dije hace once años, cuando tomó posesión y yo era ministro de Administraciones Públicas, y le señalé que siempre lo apoyaría porque me parecía una persona excelente para la Comunidad. Once años después, y sobre todo después de las últimas elecciones en las que ha aumentado su distancia con el PSOE, Herrera demuestra que es una magnífica opción. Él sabe que tendrá siempre mi apoyo.

—Con respecto a Castilla y León, ¿tiene la sensación de que el PSOE no es rival?

—El PSOE en Castilla y León tiene una situación dramática. No se puede decir que no haya gente de Castilla y León. Zapatero es un ejemplo. Yo se lo dije. Él siempre jugó una carta leonesa y nacional. Ha sido secretario general del PSOE, presidente del Gobierno… pero todo a nivel nacional, o local. En Castilla y León no ha hecho nada. Yo no quiero decirle a nadie, y menos a un partido político, qué tiene que hacer, pero, claramente, el PSOE no encuentra el camino en Castilla y León para llegar a los ciudadanos.

—Desde su trayectoria en puestos importantes al tiempo actual, nadie vislumbra una salida de la crisis. ¿Usted?

—Hablar ahora de la salida de la crisis pertenece a pensamientos y conversaciones que no son interesantes. Debemos centrarnos en cómo combatir la crisis, qué alternativas tenemos. Y la alternativa es la austeridad, hacer bien las cosas, no gastar más de lo que se tiene, aumento de la competitividad, la productividad… Esa discusión sobre si estas medidas son suficientes, es una debate económico, muy interesante, pero que, con toda sinceridad, a algunos países no nos compete. Por ejemplo, en Estados Unidos esa discusión puede tener resultados prácticos. Pero nuestro camino es la austeridad en el gasto, aumentar la competitividad, acometer reformas estructurales, la reforma laboral y financiera para que el crédito llegue a las empresas, y todo el esfuerzo conjunto para salir de la crisis. A este camino debemos adaptarnos y es labor de todos, del Gobierno, autonomías y ayuntamientos. Y de los demás partidos, desde la crítica, también.

—Está claro que las primeras medidas contundentes del Gobierno de Rajoy han ido encaminadas a enviar un mensaje de confianza hacia Europa. ¿Cree que esto se está consiguiendo?

—Creo que sí. A veces hablamos de los mercados como si fuera alguien malévolo que quiere llevar nuestra vida política al desastre. Y no es así. Los mercados son aquellos que nos han prestado durante muchos años mucho dinero porque tenemos unos gastos superiores a nuestros ingresos. Estamos en una situación ahora en la que mejoramos esa tendencia. Pero seguimos igual. Necesitamos que esos mercados nos sigan financiando. Pero, ¿qué es lo quieren esos mercados? Quieren que nosotros vayamos mejor. Un ejemplo sencillo: hoy nos presta alguien bonos a tres años al 4%. Si las cosas mejoran, esos bonos, cuando las cosas vayan mejor para España, darán un interés al 2%. Ese que nos ha prestado al 4% estará encantado. Y si las cosas van mal, se prestará al 7%. Los mercados, a diferencia de lo que se piensa, no van en contra del interés de España. Esos mercados sí están viendo que esto va en serio. Que las medidas que se toman pertenecen a un camino bien trazado. Habrá errores, pero creo que vamos bien y queda mucho camino. Prueba de ello es que la prima de riesgo va bajando.

—El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, alivió a los leoneses esta semana diciendo que iba a defender las centrales térmicas y la pervivencia del carbón. Usted que es conocedor de las comarcas leonesas puede hacer una labor importante. ¿Va a hacer algo?

—Suscribo esas palabras del ministro. Tenemos que ser conscientes de que las comarcas mineras suponen un factor estratégico. No todo en la vida es economía. Hay factores estratégicos y este es fundamental. Es un factor positivo y el ministro lo ve. ¿Qué medidas se tomarán? No puedo ni debo entrar a analizar el tema. Pero la idea de que tenemos una fortaleza en ese sector está clara y la comparto. Apoyaré las medidas que se tomen en ese sentido.

—Entenderá que a los leoneses nos agrade ese apoyo del presidente de las Cortes…

—Yo, cuando en algún momento tenga conversaciones, porque tengo que decir que es un ministro con una intención y esfuerzo extraordinario para acertar, y que además le gusta escuchar, cuando hable conmigo, le diré lo que opino, pero las decisiones las tomará él, que para eso es el ministro.

—Llega un congreso nacional que se augura aburrido, dada la situación de bonanza que vive el PP en todo el país. ¿Cree que Rajoy cambiará mucho el partido? ¿Qué percepción tiene?

—No me atrevo a hacer una predicción. Pero sí me atrevo a asegurar una cosa, porque se la he oído muchas veces a Rajoy y lo hemos hablado bastantes veces. Él es consciente de que la fuerza del PP es el partido. A veces hemos estado debajo, y sentido decepcionados, porque nuestro esfuerzo era superior y nuestras expectativas no se correspondieron con los resultados. Por sólo con un partido en condiciones, que llega hasta el último sitio de España, que dice lo mismo en todos los sitios, sólo así, se puede afrontar y desarrollar nuestro proyecto. Rajoy en el próximo congreso va a robustecer el partido todo lo posible.

—Más allá de resultadismos, siempre creyó en Rajoy.

—Siempre he tenido fe en Rajoy, hemos tenido amistad y sé lo que opina. En agosto del 2003, cuando Aznar no quería que se hablara del tema, dije que el presidente iba a ser Rajoy. Hubo gente que interpretó que sabía lo que iba a pasar, pero no, era mi apuesta. Incluso, pienso que esos siete años que ha pasado en la oposición, ahora que está en el Gobierno, son una tremenda factura a favor. No es lo mismo llegar inesperadamente que después de siete años de trabajo. Eso le hace más sensible a los problemas y más cercano a la realidad.

—Y puede decirse que apadrinó a María Dolores de Cospedal, ahora presidenta de Castilla-La Mancha…

—No, tanto como eso, no. Le hice subsecretaria en Administraciones Públicas y tengo que decir que fue magnífica. Enormemente trabajadora. Me siento orgulloso de haberle dado esa oportunidad.

—¿Qué opina tanto de Alfredo Prada (PP) como de José Antonio Alonso (PSOE), los dos números 1 representantes leoneses en el Congreso?

—Tengo una opinión de ambos magnífica. De Alfredo Prada, desde los tiempos en los que era secretario provincial en León. Creo que es muy valioso y hará un gran papel en el Congreso actual en la comisión de Justicia. Con José Antonio Alonso tengo buena relación de siempre, y se ha portado como un caballero. Cuando ha sido portavoz, lo mismo. Le deseo lo mejor.

—Fuera de su circunscripción política. ¿Chacón o Rubalcaba?

—Quiero ser ecuánime. Sería inadmisible que me decantara por alguno de los dos. El PSOE es importantísimo para la vida democrática. Espero un PSOE organizado, con presencia, dispuesto a consensuar y a oponerse cuando toque.

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