Diario de León

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Del minifundismo de los pozos a la nada

La explotación del carbón en Fabero y la cuenca del Sil comenzó después de la I Guerra Mundial, casi al mismo tiempo que en Villablino. Fue en 1936 cuando se constituyó en Fabero la primera sociedad de la mano del empresario Diego Pérez Campanario, cuyo recuerdo quedó para siempre en el poblado minero que lleva su nombre. En los años anteriores se construyó un teleférico que unía Fabero, Matarrosa y Villablino con la idea de transportar así el carbón hasta el ferrocarril minero de la MSP. Las dificultades de comunicación fueron las que retrasaron la explotación de carbón en esta zona occidental de la provincia respecto a la oriental. El pozo Julia es el único vertical de la cuenca y su imagen más emblemática, aunque el último pozo en cerrar de la minería de interior en Fabero fue Valdeguiza. Combustibles de Fabero, Antracitas del Bierzo, Antracitas de Marrón, Antracitas de Matarrosa y Antracitas de Gaiztarro fueron otras empresas señeras en la comarca, al igual que Victoriano González, con sus concesiones donde está el pozo Santa Cruz, el último en cerrar en la cuenca. El sector berciano de la antracita se caracterizó por su minifundismo. Minera de Peñarrosa y Minera de Fontoria son otras de las empresas de esta cuenca que pasaron al grupo Alonso en los años 90, después de adquirir la MSP. Cuando Victorino Alonso fusionó Coto Minero del Sil con Uminsa sumaban 2.000 trabajadores. En una década las minas de interior han desaparecido en silencio.

tracking