Las empresas alemanas acaparan la mitad de las ayudas de Estado de la UE
Las medidas iniciadas por España sólo se llevan el 2%, Italia el 15,5% y Francia el 17%
Da una visión clara del potencial de unos y otros para hacer frente al impacto económico de la crisis pandémica. De la holgura de esa grieta norte-sur que amenaza con enquistarse en la fase de recuperación post coronavirus. El volumen de las ayudas de Estado que han de ser validadas por una Comisión Europea que abrió la mano con los requisitos para atender a la grave coyuntura actual, ofrece una imagen de extremos: Alemania y todos los demás. De acuerdo con los datos que ha facilitado hoy el Ejecutivo de Bruselas, las empresas germanas están acaparado el 51% del total de la cobertura pública de la UE.
Un volumen tan contundente como dispar si se viaja a otras países. El total de las acciones cursadas por Francia supondría en torno al 17% e Italia el 15,5%. En el caso de España según apuntaron la pasada semana fuentes diplomáticas, se estaría en un nivel inferior al 2%. Aunque este lunes no se ha identificado formalmente el porcentaje concreto que se habría canalizado de Madrid. Tras el ‘top 3’ citado estarían Bélgica (3%), Polonia (2%) dentro del club de los Veintisiete. El resto, hasta completar los 1,95 billones en los que se estima el montante global del impacto de las medidas de flexibilización, se movería en la horquilla del 1,4% al 0,5%.
El Ejecutivo comunitario ha dado el visto bueno a 124 solicitudes apoyando 160 medidas nacionales notificadas por 26 Estados miembros, además de Reino Unido, en periodo de divorcio transitorio hasta el próximo 31 de diciembre. Desde Londres se habrían notificado el 4% del total de las ayudas de Estado europeas. ¿Por qué la abismal diferencia entre Alemania y todos los demás? Por su mayor capacidad fiscal. El músculo de sus balances públicos es notablemente superior al del resto. Tiene mayor disponibilidad económica para salir al rescate de su tejido empresarial.
Solo así se explica que unas medidas establecidas para todos los socios estén teniendo un impacto tan dispar. «Hay muchas diferencias entre el nivel de apoyo de unos Estados y otros, lo que parece estar relacionado con el margen fiscal de cada uno y el tamaño de sus economías», ha explicado ayer la portavoz de Competencia, Arianna Podesta. La comisaria responsable del área, Magrethe Vestaguer, reconocía el pasado domingo en el medio alemán ‘Süddeutsche Zeitung’ el temor a que esas diferencias causen una profunda «distorsión» en el mercado interior.
Datos oficiales a poco más de una semana de que El Ejecutivo de Ursula von der Leyen haga público un plan de recuperación post pandemia, bajo la cobertura del presupuesto plurianual 2021-2027, con un tamaño superior a los 1,5 millones de euros.
El plan acumula un retraso de varias semanas, muestra de las dificultades que está encontrando la alemana para sacarlo adelante y que debería hallar un punto de equilibrio entre los préstamos y las ayudas no reembolsables.