«Es una situación excepcional y tenemos que estar a la altura»

«El nuestro es un trabajo de vocación y lo hemos jurado con lealtad», señala la policía nacional Laura Estrada López, de la Comisaría Provincial de León. Ella, que junto con su equipo se dedica todo el año a acercar su labor tanto a niños como a mayores o colectivos vulnerables, ahora han dado un cambio de rumbo a sus tareas para seguir ligados a todos ellos, llegar más allá y conseguir que todos pasen de la mejor manera el confinamiento y con una sonrisa. ¡Qué hay que renunciar al tiempo de descanso para el café, pues se hace! Los agentes de la Policía Nacional lo cumplen y cuando pueden aprovechan estos minutos para recorrer las calles de León, Ponferrada, Astorga y San Andrés e ir saludando, felicitando o animando a los niños. «Hay que hacer escándalo. El lado humano de nuestra profesión es muy importante y ahora todos nosotros somos un equipo», señala Estrada López, para añadir: «Se trata de una situación excepcional y tenemos que estar a la altura». Han hecho carteles y diplomas para los niños, han hecho sonar las sirenas a todo trapo para insuflar ánimo y que la gente sepa que ellos están en la calle, «que somos su escudo», dice la agente de la Policía Nacional, que agradece los aplausos y las muestras de cariño que reciben cada día y que, incluso, les han llegado volando, enganchados por una tanza, regalos de vecinos y de niños que quieren entregarles algún detalle para darles las gracias. «Estamos surtidos», asegura en relación a que los vecinos y muchos supermercados les envían alimentos a las comisarías. «Saben que estamos las 24 horas a su disposición». Por este motivo, reciben llamadas de todo tipo, más allá de sus funciones, pero que se dedican a gestionar para ayudar en lo que sea. «El lado humano de nuestra profesión es muy importante», remarca Laura Estrada López, en nombre de todos los policías nacionales, para incidir en que «seguiremos velando por el bienestar de los ciudadanos».