«No estamos por qué queremos»

La cántabra Elena López Dóriga, compañera de viaje y de tuk-tuk de la leonesa Alicia González, ha sufrido la cancelación de tres vuelos, sin cobrar aún reembolsos. «La embajada más cercana de Sri Lanka está en Nueva Delhi», explica. Elena decidió quedarse por la escasa de la incidencia de la pandemia en la isla —la primera muerte fue el 28 de marzo y esta semana se cuentan 9 muertes— y también por la incertidumbre de los vuelos. «No estamos aquí por qué queremos, como dice la embajada. Los vuelos cuestan hasta 800 euros hasta Londres más otros 300 a Madrid».