Un ex minero con silicósis en tercer grado esquiva el Covid y supera una neumonía rodeado de enfermos de coronavirus

Tiene silicósis en tercer grado y durante seis días ha batallado contra una neumonía en el Hospital El Bierzo que muchos pensaba que era Covid-19 Y el milagro ha sido que no lo era. «Llevaba unos días un poco fastidiado, con el pecho atascado y tos muy seca, pero ahora me encuentro bien», le contaba ayer a este periódico desde su casa de Bembibre el minero jubilado Napoleón Do Nacimiento Asenjo, que en cinco días cumplirá 64 años y picador durante 14 años, más otros dos más trabajando en el exterior, del antiguo pozo de Virgilio Riesco en Santa Marina.

Nacido en Portugal y casado con una vecina de Santa Marina, Napoleón Do Nacimiento tiene diagnosticado el tercer grado de silicósis desde hace 27 años. «Los mineros estamos muy cascados y tenemos pocas defensas», reconoce. Así que cuando comenzó a notar molestias en el pecho y tos seca -no pasó de los 37,8 grados de temperatura, eso sí- su doctora de cabecera en el centro de salud de Bembibre se alarmó. «Me dijo que tenía un cuadro bastante feo». En el Hospital comprobaron que tenía un principio de neumonía y la prueba del Covid-19 le dio finalmente negativa. Napoleón ha pasado desde entonces un día y medio en Urgencias y el resto en planta, recuperándose hasta que los análisis realizados con 72 horas de diferencia confirmaron el diagnóstico. El martes recibió el alta y su familia ha difundido en sus redes sociales el video que le grabó el personal sanitario, con toda la gente que le ha atendido aplaudiéndole emocionados por su recuperación mientras dejaba el centro sanitario.

«A esa gente hay que protegerla, es la que nos está sacando de esto y no están muy bien protegidos», contaba ayer por teléfono Do Nacimiento, que tiene una hija en Galicia y otro en Cataluña con los que, en cinco días podrá celebrar su cumpleaños. Aunque sea a distancia. En redes sociales, Miriam, la hija de Do Nacimiento se mostraba «orgullosa» del personal sanitario del Hospital El Bierzo. «Están al pie del cañón. Esa gente son la ‘ostia’», reconocía su padre.