«Las familias deben sentir que seguimos con ellos»

El trabajo no ha parado en los colegios del medio rural durante los días de confinamiento. Es el caso de la escuela de Pobladura de Pobladura de Pelayo García, única que permanece abierta en el CRA de Laguna Dalga. Cuenta con 13 niños de entre 5 y 11 años divididos en dos aulas y dos maestras-tutoras, además de profesores especialistas en Educación Física y Religión. La directora, Sara Fernández, explica que desde que se suprimió la enseñanza presencial el personal docente elaboró los recursos para garantizar que los alumnos pudieran seguir trabajando desde sus casas, teniendo en cuenta los niveles educativos tan diversos del centro. Se han venido enviando tareas a diario para que cada alumno mantuviera una rutina. Fernández destaca que «una de las ventajas de la escuela rural es la de tener poco alumnado, lo que favorece una enseñanza más personalizada; a veces como si fuesen clases particulares. Conocemos bien a nuestros alumnos, sabemos lo que le cuesta a cada uno y debemos reforzar».

Para este trabajo se han servido de herramientas como el correo electrónico, aula virtual, página web... «pero no siempre son las que nuestros alumnos o familias saben manejar mejor, por eso también hacemos uso de otras como las redes sociales donde cada día ponemos información, recomendaciones, juegos, canciones, actividades... Porque si hay algo que necesitan ahora los alumnos y las familias es sentir que seguimos con ellos, que no están solos y que tenemos ganas de volver a verlos». En este sentido destaca el trato cercano con las familias en el medio rural. «Nos intentamos adaptar a las posibilidades de cada una». Y concluye que estas semanas «son días de grandes aprendizajes para todos», alumnos, familias y profesores. «Aprendizajes que no vienen en el currículum pero que alumnos y maestros no vamos a olvidar jamás».

En villamañán

El CRA de Villamañán tiene unas dimensiones mayores, Cuenta con 86 alumnos en sus tres centros (Villamañán, Cabreros del Río y Fresno de la Vega), a los que acuden niños de otros pueblos. Siguen su tarea de manera telemática, con el problema de que algunos alumnos no tienen acceso a internet. En general, señalan, que han tenido una respuesta positiva de los alumnos, cada uno según sus circunstancias.