Diario de León

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«Futuro presidente de España, sea honrado y honesto»

Un paseo por colegios de León para entrevistar a escolares sobre las eleccciones ilumina algunas recetas para que el ganador haga un país mejor.

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A. Calvo | León

Tienen entre 9 y 12 años y aunque no son muy conscientes de qué es la política, saben que este domingo «los mayores de 18 años votarán para elegir a un presidente que gobierne el país con una carta que se mete en una caja», como explicaron los alumnos de 4B del Colegio Quevedo. Entre las reclamaciones de sus compañeros de 4C, están las siguientes: las pensiones, los alquileres, que se acabe con el maltrato animal, menor contaminación por tanto uso de combustible, que no se gaste tanta agua, un mayor respeto por el medio ambiente, el uso de las renovables y que todo el mundo tenga trabajo, esto último, algo fundamental para los estudiantes de 6B del Ponce de León que también reclaman sanidad gratuita para todos, más dinero para investigación «porque puede salvar vidas» y sobre todo, exigen al que salga elegido que sea, «honesto, honrrado y cumpla lo que promete: bajar los impuestos y subir el salario mínimo». Es por la televisión, por los informativos y por «el Wyoming», como estos pequeños, que aún les falta una década para poder votar, se informan sobre política.

«Me gustaría ser presidenta del Gobierno para saber si soy capaz de hacer algo bueno por España. Lo primero que haría sería llevar la educación a todos los puntos del país para que los que no tienen trabajo puedan estudiar y también para construir colegios en otros países donde no los hay», explica Ariana, de 4A del Quevedo. Su compañera Daniela clama porque a partir de ahora «se trate igual a los chicos que a las chicas, porque a las niñas se nos educa con películas de princesas y a los niños de superhéroes». Rodrigo asegura que lo primero en lo que trabajaría si llegase a ser presidente de España sería eliminar la pobreza «dando dinero a los pobres y un hogar para vivir» y recrimina a los políticos «que se preocupan poco por las cosas de los niños, yo no necesito nada, pero hay niños que no tienen ni comida ni agua. Hay que crear empresas para que todos tengamos trabajo».

Para Sergio, lo fundamental para conseguir una España mejor es que «no hubiese tanto maltrato a las mujeres, ni violencia ni asesinatos; que en los colegios tampoco se maltrate a nadie, ni los profesores a los niños ni los niños a otros niños» y que los alumnos de Cataluña «estudien también en castellano». Miriam también exige que se acabe el maltrato a las mujeres y «que no haya más guerras» y Laura pide al futuro presidente de España que «las cosas sean más baratas», a lo que Lucas añade, como petición, «salir antes del colegio».

Alejandro matiza que es bueno que cada cuatro años se cambie de presidente del Gobierno «para que no estén siempre los mismos» y aunque muchos se quedan aún en el bipartidismo de PP y PSOE, otros como Valle ya conocen a los cuatro principales candidatos «y también he oído algo de Vox», como apunta Valle, quien también reclama «más respeto para las mujeres y que se deje de explotar a los niños». A Mario no le convencen los partidos mayoritarios y considera que «los buenos son los verdes, porque son los que más respetan el medio ambiente, porque es muy importante reciclar».

En el Colegio Quevedo los alumnos experimentaron las elecciones con un proceso tal cual al que los que quisieran pudieron presentarse para ser elegidos presidente de su clase después de una reñida campaña electoral. La elegida en 4A fue Carlota, a quien le hacía ilusión alzarse con este cargo «por cambiar las cosas y que no hay peleas en el patio. Si fuera presidenta de España lucharía porque no hubiera guerras y porque todos tuvieran algo de dinero para poder comer y que todos los niños tengan una educación». A Iker no le gustaría ser presidente, pero sí ministro de Trabajo, porque «si todo el mundo tuviera un empleo se solucionarían muchas cosas». Luna va más allá y pide que cuando el próximo presidente se instale en La Moncloa «se acuerde de los niños de África, para que no pasen tanta hambre y se les pueda ayudar». Para Evelyn todo comienza por abajo y «si se consiguen arreglar los problemas en el patio se podrán arreglar después las cosas a nivel nacional» y Dani resume su propuesta en «conseguir un mundo mejor para todos, que vivamos en paz y que todos seamos felices», para lo que Kevin considera fundamental que todos tengan comida y agua en su día a día.

«Más colegios, más libros, cuidar el medio ambiente, no tanto plástico en los océanos.... y ya no se me ocurre más», sentencia Amy. Raquel esta muy puesta en política. Sabe todos los partidos, los colores que identifican a cada uno de ellos y sus candidatos. Vio parte del debate y le gustó «que cada uno pudiese explicar y defender sus ideas». Eso sí, «hay que recordarle a Vox que dos chicas y dos chicos sí son familia porque cada uno puede querer a quien quiera».

«Hacer carreteras y arreglar las que están mal o dar permiso para que se construyan fábricas que generen empleo» son algunas de las recomendaciones de Adrián para el futuro presidente a lo que Óscar añade que más dinero para los pobres, que es «básicamente», lo que también reclama Vega, quien añade que serían necesarios «muchísimos más profesores en los colegios y cambiar los libros porque dicen muchas mentiras, que yo lo sé». Aroa, que se conoce a todos los candidatos también apuesta por erradicar la pobreza «dando un poco de dinero y creando trabajo para todos».

En el colegio Ponce de León, los alumnos se enzarzaron en un intenso debate sobre lo que debería y no debería hacer un presidente y sobre, por ejemplo, si en Cataluña se debería hacer un referéndum. «Esto es como los niños pequeños, que quieren lo que tiene el otro, si Cataluña se independiza, después irá el País Vasco, y después otros y después... nosotros, que también queremos ser independientes de Castilla», razonaron, para descartar la idea de que los políticos tengan que ir siempre de traje: «Tienen que ser naturales vistiendo, como a ellos les guste y estén cómodos.... en chanclas no, pero tampoco siempre de traje». La educación es una de sus preocupaciones y tampoco ven muy claro «que un futbolista gane más que un cirujano, que se dedica a salvar vidas», por eso prefieren que se invierta «más en investigación y menos en la construcción de estadios de fútbol». Los pequeños también están muy sensibles con las desigualdades de género y la conclusión que sacaron del debate fue que «todos los participantes eran chicos y las que miraban el tiempo eran chicas. Eso es un poco machista» y esperan que pronto una mujer llegue a ser presidenta de España.

Desde Pobladura de Pelayo García, Diego apunta esta recomendación al futuro presidente: «Yo prohibiría talar árboles; sólo dejaría un día al año. Porque los árboles son un tesoro natural. Y cerraría las fábricas que contaminan y las cambiaría por otras que fabricasen lo mismo». sin contaminar».?

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