«Ha sido duro ver en las residencias ancianos que se contagiaban uno detrás de otro»

Ana María Pérez Laorden es la vocal de la Sociedad Castellano y Leonesa de Medicina Familiar y Comunitaria (Socalemfyc) y médica de familia en la zona rural. En esta entrevista valora el papel casi invisible que ha tenido y tiene la Atención Primaria en la pandemia del Covid-19 y reivindica medios para que el paciente sea el verdadero protagonista.

—¿Qué papel ha tenido la Atención Primaria durante la pandemia?

—Ha tenido un papel básico e imprescindible. Me da mucha rabia cuando dicen que ahora la  Atención Primaria es cuando empieza a calentar motores. Hemos estado corriendo el ‘rallie’ de toda la pandemia. De 100 pacientes  solo   20 han llegado al hospital, lo cual quiere  decir  que 80 los hemos visto en primaria: hemos hablado con ellos, resuelto sus dudas, entrado en sus casas, aclarado sus incertidumbres, sus urgencias... La gran ventaja de la Atención Primaria es que conocemos a nuestros pacientes, tenemos su  confianza y todo su historial para poder hacer una atención integral. Es verdad que a nosotros se nos ha visto poco en esta  pandemia... lo cual no quiere decir que no hayamos estado Tenemos que poner en valor a la Atención Primaria. Siempre estamos ahí, nunca damos de alta a nuestros pacientes .

—¿Se debería de haber implantado antes el seguimiento y aislamiento? 

—A todos nos ha pillado por  sorpresa. Tanto virólogos como epidemiólogos nunca pensaron que llegáramos a estos extremos. Es muy fácil criticar a posteriori. Con el ébola o con otros síndromes respiratorios agudos se implantaron protocolos que luego se criticaron como muy agresivos.

—¿Qué misión tiene ahora la Atención Primaria y de cara a contener rebrotes?   

—Muchísima. Pero queremos dar una atención primaria de calidad, a todos los niveles. Yo trabajo en la medicina rural, y todo el mundo está preocupado ahora y preguntando cuando se abren los consultorios locales A lo mejor no es el momento de abrirles pasar a la «nueva normalidad» con los vicios del pasado sería un gran error que no nos podemos permitir. Tenemos que replantearnos todos nuestros consultorios locales y cómo trabajamos en las zonas rurales. Tenemos que aprovechar las consultas no presenciales como una formar de aplicar, de avanzar en el desarrollo de nuevas tecnologías en Atención Primaria. Esta crisis tiene que suponer una oportunidad de mejora. No entiendo cuando dicen que «todavía dos tercios de las consultas son no presenciales». A lo mejor ¿es ese el futuro? No lo sé, pero esta pandemia nos deja una importante oportunidad de mejora y de seguir trabajando por una atención primaria de calidad.

—Con este plantemiento, ¿Se corre el riesgo de que se aproveche la pandemia para cerrar consultorios rurales?   

—Las consultas son imprescindibles, cuando hagan falta, no para hacer una receta o comentar los resultados de una analítica. Soy una enamorada de la medicina rural. En lo que no estoy de acuerdo es en que un paciente de zona urbana tenga acceso a determinadas pruebas en el instante y la rural no. Hay que igualar a los pacientes del medio rural en tecnología y que a los médicos nos dejen manejar la agenda. Que no nos paguen por hacer meras tareas administrativas.

—Los recortes en la sanidad pública ¿en qué medida han podido repercutir en la contención de la pandemia?   

—La Atención Primaria necesita nuevos y más medios diagnósticos, terapéuticos, menos burocracia. Somos la cenicienta del sistema y la gran olvidada del presupuesto destinado a sanidad. Los recortes que hemos experimentado estos últimos años han podido influir Se ha compensado en cambio con la predisposición de todo el personal de los centros de salud Tenemos personal sobradamente preparado, y con ganas , pero eso no basta. La Atención Primaria no es la puerta del sistema sanitario es la base del sistema

—Los equipos de rastreadores van a ser mixtos de Atención Primaria y Epidemiología. ¿Qué misión tendrá cada cual? 

 —Va a ser un seguimiento conjunto de todos los contactos, pero hace falta la responsabilidad de toda la población. Tenemos que ser conscientes que todo esto está siendo muy duro, y tenemos que poner todos de nuestra parte

 —¿Consideran suficientes la dotación de personal para esta misión? 

—No, no y no. Nos falta personal, medios. No pido más dinero para mí, sino para trabajar en unas condiciones adecuadas Quiero una Atención Primaria digna y de calidad.

—¿Qué lección deja para los médicos de familia y para la sanidad de esta pandemia? 

—Ha sido duro: pacientes que cuando llegabas a su casa ya habían fallecido o residencias de ancianos que se iban contagiando uno detrás de otro. Tenemos además que trasladar a la población que tenemos que hacer un uso responsable, justo y equitativo de la sanidad publica. A nivel personal, yo he aprendido mucho lo que es trabajar en equipo. No solo somos médicos o enfermeras, sino también auxiliares, celadores, administrativos, personal de limpieza... Trabajo en la zona rural de Benavides de Órbigo y nunca me faltaron compañeros con los que hablar, con los que compartir opiniones o puntos de vista.

—¿Cómo ha vivido el riesgo de contagiarse como sanitaria? 

—Con muchísimo respeto No sabíamos a lo que nos estábamos enfrentando, y yo creo que realmente no lo sabemos todavía. No sabemos si deja inmunidad, ni por cuanto tiempo, no sabemos si el calor le afecta y van a disminuir el numero de casos en verano, no sabemos si vamos a tener rebrote en otoño, no sabemos que pasará cuando se junte con la gripe estacional.

—¿Cómo valora la actuación de la administración? 

—Muy caótica, con cambios de protocolos diarios, sin equipos de protección, sin normas claras de actuación. Al principio era algo nuevo, pero siguen llegando normas que valen para hoy y no para mañana, seguimos sin refuerzo de personal absolutamente imprescindible, nos falta material. Todo esto debería haber valido para acercarnos más a nuestros compañeros especialistas hospitalarios, porque vamos en el mismo barco remando en la misma dirección, pero esta valiendo para separarnos más.