«Hace diez años que usamos ozono para desinfectar»

Ana María López Blanco y Rocío Montejo Holgado dieron el salto del mundo editorial, como administrativa y comercial, a una empresa de limpiezas que bautizaron con un nombre inolvidable, La Cenicienta. Fue hace veinte años cuando hicieron de la necesidad personal un proyecto empresarial que ha ido creciendo y adaptándose a las demandas de la sociedad del siglo XXI. «No encontrábamos personas que fueran a limpiar nuestras casas y decidimos montar esta empresa», explica Ana María. En estas dos décadas se han especializado en comunidades, oficinas, limpiezas generales y también servicios de ayuda a domicilio. «Somos una empresa acreditada para la Ley de Dependencia», señala.

También son pioneras en el uso de ozono para desinfectar y limpiar. «Ahora se ha puesto de moda por el Covid-19 pero nosotras hace diez años que usamos ozono para desinfectar», comenta.

El ozono, que se obtiene mediante un generador, ha cobrado un protagonismo en la vida cotidiana. Limpiezas La Cenicienta empieza a tener demanda para desinfectar viviendas de personas que han sufrido el coronavirus, al igual que oficinas.

El ozono lo han usado hasta ahora en desinfección de establecimientos como carnicerías e incluso, a petición de servicios sociales, en viviendas de personas con síndrome de Diógenes. A partir de ahora estiman que la demanda de la desinfección con ozono aumente con la desescalada de esta crisis sanitaria sin precedentes.