Antolín de Cela | Rector de la basílica de La Encina y director de varias instituciones
"Hemos abierto las puertas que teníamos"
Inicialmente sentía cierta rebeldía interior ante esta ley de la Iglesia y del Estado que me impedía celebrar el culto cristiano y hasta la Semana Santa pero pronto entendí que cumplirla era un acto de obediencia y de caridad de unos para con los otros». Antolín de Cela, rector de la Encina y toda una institución en el Bierzo por estar al frente de otras instituciones sociales, no ha parado estos días, aunque esté recluido en casa.
«¿Dónde van los sin techo y quienes no tienen casa? —se preguntó el primer día—. Esto me ha llevado a decidir que el Hogar de Transeúntes y el Comedor Social del Centenario no podrían cerrarse. Serían unas de las pocas puertas que quedaran abiertas en Ponferrada y las hemos abierto». Y es que, según Antolín de Cela, ante la crisis del coronavirus, no se puede comer tranquilo mientras algunos no tienen qué llevarse a la boca. Y no es su única pregunta en busca de soluciones: «¿Dormir tranquilamente en la cama de tu casa mientras algunos mendigos lo hacen en la calle hacinados y corriendo el riesgo de coger el virus? Decidimos abrirlo y rápidamente se llenaron las 18 camas», explica. Ya ha celebrado cuatro entierros en difíciles circunstancias. Sobre todo le preocupa la soledad de muchas personas por el aislamiento. «He dicho a mis feligreses que el Señor no ha cerrado las puertas y que debemos celebrar la misa desde la radio o la televisión», insiste.