La hostelería leonesa dará la bienvenida a la fase 2 con la apertura del 60% de los locales

La hostelería leonesa sigue cogiendo velocidad y ganando músculo. Tras la apertura de algo más del 30% de los establecimientos en la fase 1, la previsible entrada en la fase 2 a partir del próximo lunes volverá a poner en el tablero de juego a aproximadamente el 60% de los locales, según los cálculos que maneja la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo. Si de las 4.000 licencias que hay en la provincia, León capital agrupa a unas 1.200 en números redondos, el estreno de la fase 2 supone que en torno a 700 bares, restaurantes y cafeterías volverán de nuevo a la actividad y ya no sólo en el exterior.

El hecho de que en esta nueva etapa de la desescalada se permita aprovechar el interior de los establecimientos (el consumo en mesa no en barra) hasta en un 40% de su aforo es un acicate que explica el arreón importante que vivirá el sector a partir del lunes que viene, 8 de junio. Los hosteleros, en todo caso, creen que se podría aumentar hasta el cincuenta por ciento como se ha hecho ya en otras comunidades como el País Vasco.

«Es un aforo que puede ser entendible en unos casos pero no en otros», apuntó en este sentido el presidente de la Asociación, Martín Méndez. «Todos abogamos por respetar escrupulosamente la distancia de seguridad, tanto en las terrazas como dentro de los locales. Pero si hay negocios con espacio suficiente no tiene mucho sentido imponer un límite del 40% a su aforo», añadió.

También dijo tener la impresión de que un parte del sector se encuentra «un poco acomodado», esperando incluso a la nueva fase donde se permita ya un aprovechamiento mayor del espacio interior.

En todo caso, el probable ingreso en la fase 2 traerá también de la mano que más de la mitad de los trabajadores —la hostelería leonesa contabilizó casi 5.000 Ertes— vuelvan a recuperar su empleo tras el brutal parón que ha vivido el sector desde mediados del pasado mes de marzo cuando el estado de alarma obligó al confinamiento.

Si ya en la fase 1 quedó claro que el bar que tiene una buena terraza tiene un tesoro en esta fase 2 la máxima sigue teniendo plena vigencia porque los bares que solo tienen barra, sin espacio, para mesas en su interior, no podrán abrir aún.

A los representantes del sector no les gusta en exceso la idea «de tener que hacer de policías» para controlar ese 40% de aforo máximo en las mesas del interior.

«En la teoría todo queda muy bien pero luego el encargado de estar en un bar tiene que atender la terraza, las mesas del interior, cobrar, limpiar mesas y sillas que se utilicen y estar vigilante con la gente que entra. Parece demasiado», subrayó Méndez.

A su juicio, «es mejor y más práctico apelar al sentido común para respetar la distancia de seguridad entre mesas y para que la gente no se mezcle. Esperamos que el cliente llegue con su mascarilla y nosotros seguiremos estrictamente todo el protocolo de seguridad e higiene».