Diario de León

Un mes con la trapa bajada

La hostelería teme que se pierdan más de un millar de licencias a consecuencia de la crisis sanitaria

El sector trabaja con la vista en «el día después» reforzando la seguridad y la higiene
Quejas de los autónomos por la lentitud en tramitarse los Ertes y los créditos bancarios
Junio parece ser el mes clave para iniciar una apertura escalonada de los negocios

Bares y restaurantes cerrados en una de las calles del casco histórico de León con mayor profusión de este tipo de establecimientos. MARCIANO PÉREZ

Bares y restaurantes cerrados en una de las calles del casco histórico de León con mayor profusión de este tipo de establecimientos. MARCIANO PÉREZ

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Un mes con la trapa bajada. La hostelería fue el primer sector que se llevó por delante la crisis sanitaria desatada por el coronavirus. Un ramo muy poderoso en León, no en vano da empleo a unas 12.000 personas, pero que ahora mira con preocupación el futuro más inmediato y con una notable dosis de incertidumbre por las huellas económicas, pero también psicológicas y en nuestros hábitos, que dejará la pandemia.

Si diversos estudios de ámbito nacional cifran en un 20% el número de licencias que se perderán en el sector como consecuencia del cierre obligado, la incidencia en León puede ser incluso mayor. Al menos, ese fue el temor que expuso ayer el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de León, Martín Méndez. «Muchos se van a quedar por el camino y ese es el miedo que tenemos en estos momentos. En España se está hablando deforma genérica de la pérdida del 20% de licencias, pero en León nos parece que va a ser más acusado por la dependencia tan grande que tenemos de este tipo de negocios», remarcó. En el conjunto de la provincia, el número de licencias supera las 4.000 y la cifra de empleos está por encima de los 12.000. Así, el número de negocios que echarían el cierre definitivamente superarían el millar. «Una lástima, porque es evidente que tiramos del carro y que influimos en otros sectores como la distribución o la agroalimentación».

Las cuatro semanas de paralización han sido un golpe muy duro. «Un negocio cerrado sólo genera gastos, impuestos, hipotecas, etc. El sector está muy preocupado por cuanto va a durar el estado de alarma y cómo va a ser la situación cuando finalice, si el consumo se va a resentir»

Con la vista puesta en esa vuelta a la normalidad (por supuesto siempre entre comillas) han comenzado a diseñar una campaña de promoción turística con la colaboración de la Fele, Círculo Empresarial, Diputación y Ayuntamiento de León para animar al turismo a regresar a León capital y al resto de la provincia. Promoción de la campaña en redes sociales, vídeos, descuentos en museos y un reforzamiento de la oferta cultural son algunas de las iniciativas que se han puesto ya encima de la mesa para intentar que el visitante vuelva a León. «Y sobre todo —subrayó— queremos transmitir un mensaje de seguridad y tranquilidad. Queremos decirle a la gente, puedes venir a León que es una ciudad limpia, segura y que cumple con todos los protocolos sanitarios». En este sentido, también apuntó que se contempla la posibilidad de repartir geles hidroalcohólicos en los establecimientos de hostelería. «El objetivo es transmitir seguridad», sentenció.

Hemos empezado a diseñar un plan para promocionar León ciudad y también el resto de la provincia

Lo que parece claro es que ni el turismo ni el consumo van a ser los mismos después de la epidemia de coronavirus. Una reflexión que también comparte, el presidente del CEL y de Hosteleón, Julio César Álvarez. «Hemos sido uno de los sectores que más está sufriendo la crisis del coronavirus. Fuimos los primeros en cerrar y vamos a ser los últimos en abrir y eso no sólo va a pesar mucho en la cuenta de resultados sino que hay que tener en cuenta la incertidumbre de lo que sucederá. No tengo una bola mágica para adivinarlo pero habrá que ver como quedamos tocados a nivel económoico y también en el aspecto psicológico. ¿A partir de ahora alguien quiere compartir el buffet libre de un desayuno con otras personas? El usuario va a demandar mucha más seguridad y limpieza, más espacio entre mesas en restaurantes». Al hilo de este argumento, apuntó que en Hosteleón ya trabajan para modificar los buffets en los hoteles y que se sirvan directamente en las mesas. «En buena lógica, eso subirá los costes al necesitar más personal».

RECORTES DE PERSONAL

Pero si en este capítulo concreto el sector de la hostelería se verá obligado a incrementar personal lo que se teme también son recortes importantes por las restricciones de ocupación que se impongan a los establecimientos cuando a partir de junio (esa es la fecha que maneja el sector) comience una reapertura escalonada empezando por pequeños bares y cafeterías, siguiendo por los restaurantes y terminando con los hoteles.

Hay que ser realistas. Que se pueda perder solo un 15% de puestos de trabajo ya sería todo un logro

«Además —añadió— necesitamos que se trabaje en un plan de reestructuración del sector turístico que va a quedar muy dañado, y que los Ertes no se extingan en el momento que se acabe el estado de alarma porque muchos establecimientos no van a poder abrir al día siguiente y por supuesto no se va a abrir con el mismo volumen de trabajo por lo que no se necesitará el mismo volumen de personal. Hay que ser realistas y no se puede precisar, pero que que se pueda perder solo un 15% de puestos de trabajo sería ya un logro. Todos asumimos que se abrirá con medidas restrictivas para delimitar aforo, delimitar mesas, etc y eso supone que al haber menos volumen de trabajo se necesitará lógicamente menos personal».

Desde Hosteleón proponen a los ayuntamientos que piensen en hacer «precios especiales para terrazas y que faciliten el que haya más terrazas porque además de ser ahora más seguro la gente estará también más cómoda que en el interior de un local».

Queremos desarrollar un protocolo específico de seguridad e higiene en la desinfección de edificios

Sobre el impacto del Covid-19 y el cierre obligado apuntó también que a nivel nacional se calcula que se perderán al menos 350.000 puestos de trabajo. «Y se habla también de que el 80% de los bares no tienen liquidez para pasar un mes cerrados. La situación es complicada. Desde Hosteleón a los responsables de área les pedimos que estén en contacto con los trabajadores y que nos trasladen todas sus necesidades, primero médicas y luego económicas para que estén activos y comiencen a visualizar el día después».

José Manuel Álvarez, vicepresidente de Aletur (Asociación Leonesa de Empresarios de Turismo Rural) y propietario de ‘El Duende de Omaña’ recalcó que el sector ha aceptado la excepcionalidad de las actuales circunstancias. «Ha sido catastrófico, eso es innegable, ya hemos asumido la pérdida de Semana Santa pero ahora se trata de intentar salvar la temporada de verano. El sector está muy preocupado por la cancelación de las reservas y no poder dar salida a las que lleguen. Llevamos varios veranos casi al cien por cien de ocupación y ahora hay una incertidumbre grande»

Su sector está ahora trabajando en medidas rigurosas de higiene y seguridad para cuando termine el confinamiento. «Nos estamos centrando —explicó— en el desarrollo de un protocolo especifico de seguridad e higiene en la desinfección de edificios». Para sacarlo adelante han contactado ya con la Universidad de León y con la Uned. Sería un protocolo organizado y profesional, centrándose punto por punto en toda la casa, en los elementos de más riesgo y de máximo contacto, para asegurar las zonas de desinfección.

Antonio Vázquez, consejero delegado en los Hoteles Alfonso V y Conde Luna, reconoció que tras la adaptación forzosa al cierre, su gremio vive el momento actual con una mezcla de preocupación, incertidumbre y esperanza. Por una parte con muchas ganas y por otra con mucho miedo respecto a qué nos vamos a encontrar después cual va a ser la respuesta de la gente».

En todo caso, ya han comenzado a trabajar pensando en la reapertura en junio y subrayó que su «máximo objetivo es la salud de los empleados y de los cleintes. Higiene y salud son ahora dos básicos imprescindibles para nosotros».

Pequeños bares y restaurantes se ven obligados a luchar desde hace un mes con el tsunami del coronavirus. Es el caso del bar restaurante Villamor de Riello. Juan José De Paz, su propietario

«El sábado 13 tuvimos el local abierto hasta las doce y el domingo siguiente ya hubo que cerrar todo. Con las cámaras llenas, con todo allí», recuerda con pesar.

Como todos en el sector, la palabra incertidumbre se repite en su discurso. Y además añade. «Hay falta de seguridad y de confianza. Se anunciaron muchas medidas para paliar los efectos más duros de la crisis pero no se activan con la agilidad suficiente. El 18 de marzo pedimos el Erte por fuerza mayor y nos contestaron quince días después. Nos metimos en un crédito Ico pero a día de hoy no lo tenemos y tenemos que seguir haciendo frente a pagos de empleados y demás».

Un discurso que comparte en Ponferrada, Carlos Rodríguez. propietario de La Destilería. «Lo primero sería reesaltar que hay gente que está dejando la vida con esta pandemia y ya en lo personal hemos retrocedido veinte años al minuto cero. Hemos pedido el crédito Ico pero no lo tenemos aún, está pendiente. Éramos una empresa solvente y he tenido que hipotecarme otra vez porque siguen llegando los recibos de la hipoteca, la luz, etc. Por suerte mis cinco trabajadores son un equipo muy comprometido con el bar, me están dando todo tipo de facilidades y no me ponen piedras en el camino».

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