Diario de León

El ingeniero desaconseja usar sal como fundente: «Es puro veneno»

Javier Manterola Armisen en el puente de la Constitución de 1812.

Javier Manterola Armisen en el puente de la Constitución de 1812.

Publicado por
ANA GAITERO | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Javier Manterola quiere «como a un hijo» el puente de Barrios, nombre con el que se refiere al puente Fernández Casado pues cuando trabajó en su proyecto y construcción todavía no había sido bautizado oficialmente.

Durante la charla mantenida con este periódico se mostró preocupado por los efectos de la nieve y, sobre todo de la sal que se arroja para eliminarla, sobre el acero. «El puente de Barrios es una catástrofe porque nieva mucho y echan mucha sal, que es veneno puro para el acero».

Cualquier desperfecto que se produzca en las vainas puede resultar costoso y obligar a cambiar los tirantes antes de lo necesario, advirtió. El ingeniero aconseja que se utilicen otros medios para eliminar la nieve y las placas de hielo: «Se puede calentar el suelo, pero es más caro», apuntó.

Por lo demás, el puente Fernández Casado es una infraestructura que 32 años después de su inauguración «funciona muy bien» aunque hay que «mirarlo mucho por ese problema de la sal y reforzar la vaina de los tirantes porque si se rompe el veneno de la sal entra dentro y se come el acero». En ese caso sería preciso cambiar los tirantes. «Sólo hay que cuidarlo», recalcó. Este problema no se presenta en el puente de Cádiz pese a que se trata de una infraestructura marítima: «Aunque haya un ambiente salino, allí no echan sal porque no nieva», agregó.

Javier Manterola Armisen nació en Pamplona en 1936 y se graduó como ingeniero de Caminos en 1962 en la Escuela Superior de Ingenieros de Madrid. Ha colaborado con el arquitecto Javier Moneo y tiene premios como el Príncipe de Viana de la Cultura y el Premio Nacional de Ingeniería del Ministerio. Es miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. La técnica y la estética forman parte de su hacer.

tracking