fernando álvarez | farmacéutico de boñar
«La guardia de madrugada es un servicio que nadie necesita»
Fernando Álvarez, uno de los dos farmacéuticos de Boñar.
«Las guardias farmacéuticas nocturas son ruinosas. No viene nadie». Fernando Álvarez regenta una de las dos farmacias de Boñar. Permanece de guardia las 24 horas al día durante quince días al mes. «Los centros de salud ya dan las unidosis de medicamentos, por lo que el paciente no necesita acudir a una farmacia hasta el día siguiente. Ya no hay urgencias», explica. «La semana pasada estuve de guardia nocturna y no llamó nadie a la puerta». Esta nueva realidad asistencial lleva a este farmacéutico a asegurar que «la guardia nocturna es un servicio que nadie necesita». Pero la actual ley les obliga a estar localizados las 24 horas, «no podemos movernos».
Álvarez hace otra reflexión que también recoge el estudio encargado por el Colegio de Farmacéuticos. El 28% de los clientes acude a una farmacia de madrugada para adquirir productos infantiles o de higiene, no urgentes «a mi compañero le han despertado de madrugada para comprar un chupete».
Bajada de precios. Los decretos del Gobierno para reducir el gasto farmacéutico han provocado siete bajadas consecutivas de los precios este año, «lo que ha reducido los márgenes».
Álvarez recuerda que otros profesionales sanitarios cobran una media de 18 a 22 euros por una hora de guardia «mientras que nosotros no cobramos nada». Este farmacéutico también insiste en que las unidosis de los medicamentos que los médicos dan en los centros de salud a los pacientes que acuden para alguna urgencia y las derivaciones al hospital «están quitando sentido a las guardias nosturnas de los farmacéuticos, que tienen que estar localizados para que nadie utilice ese servicio».
Álvarez defiende la solución planteada por el Colegio de Farmacéuticos: o bien se suprimen las guardias nocturnas o se racionalizan involucrando al resto de las farmacias de los pueblos, como ocurre en otras provincias en las que ya se ha llegado a un acuerdo.
En el tejado de la Consejería de Sanidad está la pelota para tomar una decisión que permita racionalizar las guardias.