«La obra de Barrios fue una hazaña mayor que la de Cádiz»

El puente colgante de Barrios de Luna fue la opción escogida después de manejar 22 soluciones posibles para hacer volar la autopista sobre el pantano de Luna. El puente bautizado popularmente como La Pepa ofrece a la ciudad de Cádiz una nueva salida para salvar el aislamiento de la bahía de Cádiz.

Las dimensiones de uno y de otro no dejan lugar a dudas de la superioridad del último sobre el primero. Pero hay una cosa que el ingeniero autor de los dos proyectos tiene muy clara: «La obra del puente de Barrios fue una hazaña mayor que la de Cádiz». Tres décadas después de la obra que realizó en tierras leonesas, apunta, «la tecnología está mucho más avanzada y en La Pepa hemos trabajado con grandes equipos». En León, recalca, trabajó «con gente muy buena pero con unos medios infinitamente más pequeños que ahora».

Plantear hacer un puente colgante de 440 metros de luz en aquellos tiempos «era una auténtica locura, no era tan sencillo, era el mayor del mundo». Pero cuando vieron que las otras soluciones no eran seguras, «desistimos y dijimos: vamos a saltar de lado a lado».

El ingeniero asegura que sufrió mucho en la obra de Barrios. «Una obra de ese calibre te hace sufrir mucho porque es muy grande y había muchas cosas que no sabíamos», admite. Fue un aprendizaje continuo que le ha servido en toda su carrera que culmina ahora con el puente de La Pepa: «Aprendí lo que el tamaño influye en la respuesta de las cosas. El de Cádiz es más grande, pero si no se hace un puente como el de Barrios después no se puede hacer el otro», admite.

Ahora hay «mucha gente preparada, los medios de puesta en obra y los tirantes son mejores», recalca. Sin embargo, después de La Pepa «no hay nada que hacer en España, aquí está todo muerto hay que ir a Estados Unidos, Canadá...». Los ingenieros españoles han tomado el relevo a los franceses en el prestigio internacional y son demandados para obras en todo el mundo.