Las joyas de Sahagún

El Museo de Sahagún es la joya de las Madres Benedictinas. «Viene ás gente de fuera que de León», apunta la abadesa. El museo cobija a La Peregrina durante el invierno y conserva piezas sacras tan señeras para la villa fancundina como el Cristo de la Agonía, del siglo XVII y autor anónimo, que procesionan en Semana Santa los cofrades morados de la Vera Cruz.

Aparentemente pequeño, el museo ofrece sorpresas en cada visita por la variedad de sus piezas y los muchos detalles que contienen. La colección de orfebrería es el conjunto más destacado entre los fondos de este pequeño museo, con la custodia de plata Enrique de Arfe que es considerada como la tercera más importante de España. Goticista aún, es del siglo XVI y perteneció a la abadía de San Benito.

Hay otra de la misma época que pertenece a la parroquia de San Lorenzo. Es la custodia-cáliz de estilo plateresco con un ríquisimo cáliz de plata dorada en el pie y subcopa con imágenes de querubines y frutas y unido con las figuras de seis apóstoles.

La custodia Sol, del siglo XVIII, es de plata dorada, y destaca por su grandiosidad. Es de planta octogonal, con rica decoración en el pie, del que surge una bola que pisa un ángel atlante en gesto de elevación de brazos sosteniendo el viril.

Singular es el retablo de Joaquín de Churriguera que procede del monasterio de los Dominicos de Tiranos. Entre las piezas de índole civil hay varios escudos de piedra, el sepulcro de Alfonso VI y, como curiosidad, una bañera de época romana que procede una dehesa de Valdelaguna y que donó Higinio Monje en 1972.