Diario de León

Atención ciudadana

Los ‘zetas’: 24 horas en la calle

Desde que se inició el estado de alarma, los funcionarios de la comisaría de Ponferrada han realizado 400 denuncias por infringir las normas. Son los miembros del GAC los que se encargan del control de las calles de una ciudad más segura, ya que las infracciones penales han caído un 60%. Lo que aumenta es la violencia en el ámbito familiar

Un funcionario desplegando un punto de control. L. DE LA MATA

Un funcionario desplegando un punto de control. L. DE LA MATA

Ponferrada

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De los 140 efectivos que conforman el Cuerpo Nacional de Policía en Ponferrada, aproximadamente la mitad pertenecen al Grupo de Atención al Ciudadano (GAC). Son los denominados ‘zetas’, los policías uniformados que patrullan la ciudad en primera línea y que en pleno estado de alarma están siendo los encargados de velar porque se cumplan las normas. Ellos informan, controlan y, llegado el caso, sancionan a quienes infringen el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declaró el estado de alarma. Desde entonces, sus funciones son las mismas que las del otro cuerpo policial que hay en Ponferrada, la Policía Municipal. Ambos dependen directamente del Ministerio del Interior y se coordinan a diario para garantizar el orden.

Desde el pasado 15 de marzo, la Policía Nacional ha tramitado alrededor de 400 denuncias por incumplimiento del estado de alarma y únicamente ha habido dos detenidos por resistencia a las instrucciones policiales y otros tantos por parte de la Policía Local.

Botellones y reuniones

Están en el punto de mira de los agentes, aunque de momento se quedan en hechos puntuales

Con la entrada en vigor de la fase 0 de la desescalada, se han incrementado las sanciones, sobre todo en la franja horaria que media entre las 19.00 y las 22.00 horas. Los puntos negros están siendo las zonas habituales de paseo (el paseo del río, la denominada ‘ruta del colesterol’ que parte de Ponferrada en dirección a Molinaseca, La Rosaleda y Compostilla) y se está prestando especial atención a los botellones y a las concentraciones grupales y reuniones, sobre todo de gente joven, que se están dando de manera «puntual», explicó el jefe accidental de la comisaría de Ponferrada, el inspector jefe José Fernando Rodríguez.

El jefe del GAC organiza con un grupo de funcionarios la instalación de un control en la capital berciana . L. DE LA MATA

Esa labor y la que no se ve es el que hacen los ‘zetas’, con los que Diario de León ha pasado unas horas. Su actividad es continua, en turnos de trabajo que empiezan y terminan a las 7.00 de la mañana, con un refuerzo en la franja horaria en la que hay más aglomeraciones, a última hora de la tarde. De ese apoyo se encarga el Grupo Operativo de Respuesta (GOR), con el que se ha creado un servicio específico para la vigilancia de las zonas más conflictivas a la hora de pasear y hacer deporte.

En cada turno de trabajo hay unos doce funcionarios y cinco coches patrulla. Eso sí, en esta situación de excepcionalidad van solos en los vehículos y no en pareja. Siguen siendo dos, pero cada uno de mueve en un coche diferente. Usan guantes, mascarilla y cuentan con epis para las situaciones que lo requieren. «Estamos bastante bien dotados. De hecho, hemos tenido algún positivo entre los compañeros pero fue al principio. Hubo tres casos que se detectaron muy pronto y se aislaron. Dos de ellos ya se han reincorporado», explica el jefe del GAC.

Además de utilizar los vehículos de manera individual, se han organizado los grupos de manera que sean estancos. Es decir, cada equipo está conformado por las mismas personas para evitar el contacto multigrupal.

El día antes ya tienen la orden de servicio para el día siguiente y, a partir de ahí, los funcionarios del Grupo de Atención al Ciudadano hacen frente a las problemáticas que se vayan presentando. Ellos y el resto de efectivos, porque las labores propias de la policía se siguen haciendo. Operaciones y detenciones por tráfico de drogas o de autores de robos con fuerza han seguido marcando la agenda de los diferentes grupos del Cuerpo Nacional de Policía en Ponferrada. Es verdad que en menor medida que antes del estado de alarma porque ha habido una caída drástica de la delincuencia. Tanto que el total de infracciones penales se ha reducido un 60%.

Problemas en casa

Aumenta un 5% la violencia doméstica; no de género, sino entre padres e hijos o convivientes

«En esta situación, nuestra actuación está volcada, preferentemente desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, a controlar el cumplimiento de las normas del estado de alarma pero las demás brigadas, aunque con menos carga de trabajo, continúan trabajando. De hecho, antes de ayer se hizo un servicio muy importante de tráfico de drogas», explicó el inspector jefe José Fernando Rodríguez.

Ha habido un descenso notorio de la delincuencia pero, por contra, el obligado confinamiento en el domicilio está detrás de un incremento de los malos tratos en el ámbito familiar. No se trata de violencia de género, sino de disputas entre padres e hijos o personas que conviven en un mismo domicilio. El repunte de estos casos ha sido del 5%. No así se han incrementado los problemas en comunidades de vecinos. Al menos, la Policía Nacional no ha tenido que intervenir en ningún supuesto más allá de alguna llamada.

Un funcionario desplegando un punto de control. L. DE LA MATA

Salvo hechos puntuales, Ponferrada está cumpliendo y aunque se han incrementado las sanciones, son más quienes respetan las nuevas normas. Además, el jefe del Grupo de Atención al Ciudadano recuerda que su función prioritaria no es la de sancionar y remarcó su papel como informadores. «Con los pasos de fases que se están dando y se van a dar, mucha gente está confusa y nuestra labor ahí se centra en informar de lo que se puede y no se puede hacer en estas circunstancias», aseguró.

Las peores horas

La vigilancia policial se ha reforzado entre las 19.00 y las 22.00 horas porque han aumentado las sanciones

En general, el estado de alarma ha servido para incrementar el ambiente general de seguridad en una ciudad con unos índices de delincuencia bajos ya con carácter general. «Es unas de las pocas cosas positivas que tiene esta situación de esta de alarma, es», explica el jefe accidental de la comisaría, que insistió en asegurar que los incumplimientos «no son masivos», sino puntuales y que la policía llega hasta donde puede con los recursos que tiene. «No puede haber un policía detrás de cada persona», dijo. Es ahí donde entra en juego el civismo y la responsabilidad de cada ciudadano.

Separados por coche

Los funcionarios siguen yendo en pareja, pero cada uno se mueve en un vehículo diferente

De cara al cambio de fase, una vez que Sanidad ha dado luz verde a que el Bierzo entero pase a fase 1, el Cuerpo Nacional de Policía no prevé grandes cambios. Tendrán que ser más incisivos en la vigilancia y el control, sobre todo de los establecimientos de hostelería, pero la norma sigue siendo la misma.

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