Diario de León

En la provincia

Matallana, Truchas y Riaño se instalan en la vieja normalidad

Las tres zonas de la provincia que se estrenan en la fase 1 repiten

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José M. Campos / M. Carnero / Miguel Ángel Zamora
León

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La carretera de Matallana tiene un buen firme. Y poco más. No hay coches. Ni camiones. Sólo sombras de un día de primavera incipiente entre los árboles que bordean el trazado serpenteante. Ni rastro de la frontera entre la zona cero y la fase uno. La población entera vive en la vieja normalidad. Los bares están cerrados. La iglesia tardará en abrir. En la calle solamente funcionan el panadero y el banco. Todo lo más, cuatro operarios de una empresa de reformas que convertirá el jueves lo que fue una tienda de embutidos en una cafetería.

«Hemos empezado a trabajar el jueves y tardaremos un par de días más o tres en terminar. Lo que no sé es cuándo van a abrir, porque con este panorama…». El encargado de la cuadrilla tiene más ganas de dar paletadas que de dar conversación. Quizá porque los plazos se echan encima y la mañana solamente acaba de comenzar.

Unos metros más adelante, la farmacia está abierta como todos los días. José Ramón espera en la puerta protegido con una mascarilla decorada con el escudo del Viejo Reino. «¿Estas las hacéis ahí en León, eh? No son de aquí…» explica. Trabaja en el polígono de Onzonilla, bajo nómina de Inditex. «Estoy aquí, esperando a ver si acaba todo este rollo». Dos mujeres hacen cola sin mucho ánimo. Entre que la temperatura es agradable y que es lunes, hay mucha galvana esta mañana.

La que no tiene la Guardia Civil. Un teniente y varios números montan un dispositivo triple a la entrada del pueblo, y aprovechan la glorieta para hacer selección. «¿De dónde viene?», preguntan al conductor de la furgoneta. «De aquí del pueblo, de esa calle de atrás». «¿Y a dónde va usted?», insiste el agente. «A una nave que hay un poco más adelante», contesta el ciudadano con desdén. «Tire», replica el miembro de la Benemérita, que se queda con las ganas de echarle en cara que no la cubra con mascarilla.

Misas telemáticas

La iglesia de Matallana se mantiene cerrada por prudencia, para no echar las campanas al vuelo

«Normalmente no hay mucho jaleo. Tuvimos una cosilla ayer en Cistierna, de un bar que quería abrir como fuera. Yo entiendo a la gente, pero ellos tienen que entender también que estamos para velar por la salud de los ciudadanos. Es complicado para la economía, pero es más difícil enfermar. Tenemos ganas de que pase todo esto, pero hay que salir bien, no de cualquier manera». Mientras habla pone un ojo en el redactor y otro en el cruce. No pierde detalle de lo que pasa en la carretera. Saluda marcial para despedirse.

Al panadero le preocupan las formas bastante menos. Furgoneta en mano, va de casa en casa con la hogaza y la barra. «Esto está muy flojo, pero por lo menos podemos contarlo». Reparte «desde allá, desde el principio de la carretera» hasta la parte del final del pueblo. La señora quiere comprarle una pieza y escaparse de la foto. No consigue lo segundo. «Es que el pueblo está muy parado y nos da pena todo esto. No hay un alma por la calle».

Falso. A última hora de la mañana empieza el goteo de gente. Dos por aquí. Uno por allá. Y algún remolque que pasa con aperos. Los bares están cerrados todos. «No esperéis, que ya han dicho que no van a abrir», advierte la mujer. La iglesia permanecerá cerrada hasta tener la seguridad de que las condiciones lo permiten. Es palabra de Dios.

Poco receptivos

El valle del Torío sigue silencioso y recela de la llegada de visitantes, por si las moscas...

En pueblos de estas características, el alcalde es el patriarca. Lo sabe Pepe García, que anda liado pero hace un hueco breve para la charla. «Aquí está todo muy quieto. Estamos en fase 1 como nos podíamos haber quedado en fase 0 porque no se nota demasiada novedad. La gente tiene precaución y respeto, que es lo mejor que se puede hacer con el virus». En su teléfono suena Joaquín Sabina: «Y nos dieron las diez, y las once. Las doce, la una y las dos y las tres…». Y las que te rondaré, morena. El valle del Torío no tiene prisa por entrar en la normalidad. Ni siquiera en la nueva.

«Como ayer, exactamente igual, pocas cosas pueden cambiar por aquí». Así amaneció Truchas, una de las tres zonas básicas de salud de la provincia que en el día de ayer cambió a la fase 1 en la desescalada programada por el Gobierno. Su alcalde, Francisco Simón, manifestaba «no entender tanta expectación», cuando, según sus palabras, «poco o nada» ha cambiado su el municipio. «Aquí no hay negocios y las personas siguen trabajando como hasta ahora», afirma el regidor. «Tampoco hemos registrado un incremento de vecinos por las calles, ya que tampoco hay mucha gente».

Por lo que se refiere a los tres bares que hay en el pueblo, sólo uno de ellos ha abierto, uno de que además también es tienda, y que ayer instalaban dos meses en el exterior para atender a los vecinos que quisieron tomar algo. «El resto por el momento no tienen previsto abrir sus puertas», explicaba el alcalde, que siempre se ha mostrado reacio a que se municipio cambiara de fase. «No había necesidad, no tenemos negocios que se vean beneficiados por esta medida, y lo que no queremos es que venga gente de otros municipios aprovechando que nosotros estamos en la fase 1 y tiremos por tierra todo el esfuerzo realizado por los vecinos durante el confinamiento». En este sentido, Simón aseguró que la Guardia Civil sí realizó ayer controles en la zona para evitar que esto pasara.

Normalidad

El alcalde de Truchas no entendió tanta expectación «cuando aquí no cambia nada»

Por su parte, Iván Martínez Lobo, secretario del Instituto de Estudios Cabreirenses, sí que espera que este cambio de fase suponga una reactivación de la actividad cultural.» Aunque no hemos estado abiertos al público no hemos dejado de trabajar en los muchos proyectos y actividades culturales que tenemos en marcha y que esperamos poder llevar a cabo en los próximos meses».

La novedad en Riaño fue la apertura de dos terrazas al público de los bares, El Mentidero y Tanis. Mientras que en Boca de Huérgano lo hizo el bar de Crescente.

Primeras tapas

Un grupo de jóvenes de Riaño aprovechó la apertura de las terrazas para tomar juntas un refresco y sus primeras tapas después de dos meses de cuarentena. El Mentidero de Riaño estuvo muy animado durante toda la mañana. Su propietaria María dice que tenía muchas ganas de abrir y que no esperaba tanta gente. «Tenía mucha ilusión de volver abrir el bar. Son muchos días pagando facturas y sin ingresos. Ahora a esperar que el tiempo nos acompañe para que siga funcionando la terraza».

Uno de los primeros clientes fue el exluchador de lucha leonesa Ernesto diez, ‘El Viejo Profesor’ quien agradeció que se abriesen las terrazas para en su descaso el trabajo de operario de la Diputación de León poder tomar un café y charlar con la gente que «ya se echaba de menos».

Bares en activo

Riaño y Boca de Huérgano se dieron a la efusividad un poco más y estrenaron las terrazas sin esperar

El alcalde de Riaño Fernando Moreno manifestó que esta fase permite volver «un poco a la normalidad». Aunque precisó que lo prioritario es que pase toda la provincia de fase ya que «sino Riaño se va a convertir en una isla en esta pandemia. Necesitamos que la provincia vuelva a la normalidad». Recordó que los establecimientos de hostelería no pueden vivir solo de los habitantes de la montaña. «Necesitamos esa mejoría sanitaria que nos permita abrir fronteras».

En Boca de Huérgano solo abrió la terraza el bar Crescente donde se dieron cita vecinos del pueblo y de otros pueblos como Barniedo. Todos echaban de menos las tertulias de los bares y como era de esperar el principal tema ha estado centrado en las subastas de caza en el parque regional. Otros locales de la montaña no se atrevieron abrir dado que consideran que el tiempo no anima a que la gente vaya a las terrazas tal y como nos comenta el propietario el bar y restaurante Gure-Txoko de Burón, Iker Allende que se acercó también Riaño. «Habrá que esperar a una nueva fase donde la gente pueda entrar ya en los locales con al menos el 50% de clientela». dijo.

Información elaborada por: José M. Campos, M. Carnero y Miguel Ángel Zamora

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