Mercaleón espera la reapertura de los mercadillos para recuperar volumen

Mercaleón, la gran nodriza para el sector de la alimentación, espera aún otro estadio que repercuta en el incremento de su actividad con el proceso que marca el ritmo de desescalada.

El emprendido esta misma semana por una parte de la hostelería no alcanza al gran objetivo comercial que desenvuelve el centro con el tejido de minoristas, de la restauración. «El impulso verdadero que podemos medir será cuando recuperen su actividad los mercadillos de alimentación, entonces se notará», baraja el gerente de esta entidad, Carlos Javier Suárez.

Esa parte de recuento de operaciones en las que media Mercaleón es la más nutrida para un balance comercial que sobrevino con la declaración del estado de alarma, y que afectó a fluidez de las operaciones cotidianas que se abordan en los muelles y las naves de este enclave distribuidor, elemental en la circulación de productos frescos y para que estos lleguen al tramo del consumidor de forma adecuada.

Pero además de abrir la porción que corresponde a suministro diario a los operadores de mercadillos de alimentación, los rutilantes por diversas localidades de la provincia, y otras anejas a este territorio, la plaza, Mercaleón suministra a otros espacios de consumo que aún no han recuperado actividad y presencia; la hostelería aún está en fase inicial de regreso, y no llega a esa parte que engloba la restauración en plena producción, con espacios abiertos más allá del servicio por encargo o a domicilio; los colegios cerrados, con el servicio de comedores escolares en la misma situación; y otros comedores colectivos, pendientes del retorno presencial de los sectores beneficiarios de sus servicios.

Así se completará el núcleo del círculo al que nutre Mercaleón, y que nunca a faltado para los servicios de actividad esencial que prestó desde el mismo momento en el que se firmó la primera declaración del estado de alarma. El pequeño comercio, los minoristas, los autónomos y negocios de la alimentación, carnicerías, pescaderías. «Se abordó desde el primer momento la distribución con toda la normalidad», relata sobre estos setenta días de excepcionalidad el gerente de Mercaleón, que sintetiza en dos porcentaje la evaluación para el negocio en los dos últimos meses: «En torno a un 15% durante el mes de marzo; en torno a un 22% en el mes de abril».

La actividad de este cauce para la alimentación se mide también en el otro sentido de la marcha del género; lo que sale, pero también lo que entra, y en un balance en el que tiene una relevancia notable la presencia de la producción local, de la producción de cercanía, con toda la profundidad de la expresión que tiene este sistema comercial, para sostener el tejido productivo y también en beneficio del consumidor final.

Mercaleón se arma con una decena de negocios de mayoristas de la fruta, tres lonjas dedicadas al comercio del pescado, tres de despiece de la carne (no de vectores que presta este ente que se ha visto afectado porque realiza transacciones con la hostelería y con los comedores escolares) y uno dedicado a la logística frigorífica otro de logística en general y un cash. Como añadido presenta un importante semillero de una docena de agricultores u horticultores, que comercializan sus productos de manera directa dentro de un modelo que se quiere incentivar más aún desde el mercado, denominado «última milla y cercanía», en el que se favorece a los productores leoneses y se añade el beneficio de la reducción de la huella ecológica. La huella de la crisis para Mercaleón, actividad esencial durante estos más de setenta días para suministrar alimenticios frescos a la población leonesa, será mucho menor cuando el sector de la restauración no tenga objeciones para abrir sus puertas.