Diario de León

El convento mansillés de San Agustín, musealizado con el apoyo económico de Caja España, se vio abarrotado de público

El nuevo Museo Etnográfico muestra ya la «singular y única» identidad leonesa

El espectacular edificio abrió sus puertas en una jornada festiva llena de buenos deseos Tres detalles

Gaiteros y pendones leoneses hicieron el paseíllo a las autoridades

Gaiteros y pendones leoneses hicieron el paseíllo a las autoridades

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E. Gancedo - león
León

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«Subsanamos este día una de las mayores asignaturas pendientes de la cultura leonesa» JESÚS CELIS, director del Instituto Leonés de Cultura Mansilla de las Mulas vivió ayer un gran día de fiesta, y todo contribuyó a que lo fuera. Tanto la escenificación de la apertura del nuevo Museo Etnográfico de León -con gaiteros, dulzaineros, bailes, pendones y coloridos guirrios del antruejo de Llamas- como las sorpresas que el edificio escondía en su interior convencieron a los muchos ciudadanos que abarrotaban el lugar (sobre todo mansilleses) de que aquello que se inauguraba era realmente importante, algo necesario y largamente anhelado. El Museo Etnográfico de León con sede en el viejo convento de San Agustín de Mansilla de las Mulas abrió sus puertas en una inauguración oficial en la que el denominador común fueron los agradecimientos a las personas que lo han hecho posible después de décadas de proyectos, olvidos y esfuerzos, y los buenos deseos y esperanzas para una trayectoria en la que el museo llegue verdaderamente a cumplir su gran objetivo: mostrar a todos -paisanos, comarcanos, viajeros, turistas, peregrinos del Camino de Santiago que atraviesa la villa- que existe un pueblo leonés y que existe una identidad leonesa. Una solemne inauguración La presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco; junto a Santos Llamas, presidente de Caja España -cuya aportación económica ha sido vital para la feliz consecución del proyecto-; Mari Paz Díez, alcaldesa de la villa riberana; Jesús Celis, director del Instituto Leonés de Cultura, y Marcos Martínez Barazón, diputado de Cultura, fue la encargada de abrir, oficialmente, las puertas del museo con una primera visita guiada a las instalaciones de la entidad. Como maestro de ceremonias, Jesús Sanz, quien se encargó de prologar y presentar el evento asegurando que éste va a ser «el mejor escaparate en el que mostrar la riqueza tradicional de León» y recordando los esplendores del antiguo convento, que en 1788 contaba con una «cátedra de Gramática» y que fue incendiado durante la Guerra de la Independencia. «Esta es la mejor contribución que se puede hacer a la cultura popular de León», aseveró, informando también de que el coste del museo ha sido de cinco millones de euros y subrayando el espectacular trabajo realizado por su arquitecto, Mariano Díez Sáenz de Miera, a partir de materiales tan precarios como unas pocas tapias, una portada y una capilla en ruinas. A continuación, la alcaldesa del municipio, Mari Paz Díez, manifestó a la Diputación su agradecimiento «en nombre de todos los vecinos de Mansilla» por haber llevado a buen puerto un objetivo por el que apostó fuerte y dio el espaldarazo definitivo la anterior corporación del ente provincial. Un museo que define «la sociedad que nos precedió» y en el que tendrá cabida «todo lo que huela a nuestro León querido». Por eso mismo, la alcaldesa invitó a la presidenta de León a organizar en las dependencias del museo cualquier evento de nivel local, nacional, e incluso europeo que desease llevar a cabo. A continuación, la persona que sin duda mejor conoce el museo por haberse pasado en él días y noches trabajando, su alma máter , el director del Instituto Leonés de Cultura Jesús Celis, profundizó sobre todo en el capítulo de los agradecimientos y de las memorias. Echó la vista atrás para homenajear al médico maragato Julio Carro, que donó parte de la actual colección, Ildefonso Fierro que cedió su edificio, y las múltiples «peripecias» por las que han pasado las piezas hasta llegar a su actual ubicación. Se trata, según dijo, de un museo «grande, moderno y útil» en el que se «recogerá, inventariará, expondrá y difundirá la llamada sociedad tradicional leonesa, hoy en proceso de disolución o de reinterpretación»; con un «montaje original distribuido en 5.000 metros cuadrados, 3.500 de espacios útiles y 2.400 de exposición». Para Jesús Celis, el museo sirve, ante todo y sobre todo, para subsanar «una asignatura pendiente de la cultura de León». de euros ha costado la construcción del museo piezas, de las cuales por ahora se exponen 700 metros cuadrados de superficie, en planta baja y dos pisos metros cuadrados de espacio expositivo

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