Diario de León

Afectados

La pobreza y la exclusión social son los mayores factores de riesgo del Covid-19

Las patologías crónicas, frecuentes en las personas con las rentas más bajas, aumentan la mortalidad

Escombros en una zona de chabolas de León. SECUNDINO PÉREZ

Escombros en una zona de chabolas de León. SECUNDINO PÉREZ

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Doménico Chiappe | Colpisa

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La pobreza es un factor de riesgo determinante en la propagación y mortalidad del coronavirus. Las clases socioeconómicas más desfavorecidas se encuentran más expuestas incluso en España, que cuenta con un fuerte sistema sanitario público. La cuestión es estructural. Las consecuencias más graves de la Covid-19 se desarrollaron en los pacientes con patologías previas, que se desarrollan con mayor frecuencia en los pacientes de bajos recursos. Un tercio de aquellos que tienen los ingresos más bajos presentan dos o más afecciones crónicas, mientras que esa cantidad de afecciones sólo se observa en la cuarta parte de los que tienen las rentas más altas, según el informe 'Salud de un vistazo 2019' de la OCDE.

"Las enfermedades crónicas son más frecuentes en hogares de renta baja que alta, y en este caso de coronavirus incide en una mayor mortalidad", afirma Liliana Marcos, investigadora de Políticas Públicas y Desigualdad de Oxfam Intermón. Entre estas enfermedades que se prolongan más de seis meses destacan la diabetes y las coronarias. En cuanto a la evidencia científica, un estudio realizado por el hospital de La Paz y la universidad Autónoma de Madrid concluye que la mortalidad por causas cardiovasculares tiene correlación con la riqueza. A menos renta de una región, más casos letales por episodios cardíacos y menor disminución de su letalidad con el paso del tiempo, en comparación con otras de mayores recursos.

En España, así como la percepción de salud disminuye con los años, también cae en picado según la situación laboral, señala la más reciente Encuesta Nacional de Salud, con casi diez puntos de diferencia con respecto a los desempleados. "A medida que se desciende en la clase social, disminuye la valoración positiva del estado de salud" hasta un 20%, señala el INE. "La renta 'per cápita' es la variable que más influye en los factores determinantes de la salud", asegura Julio Villalobos, investigador de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) y director de su máster de Gestión de Salud. "En España hay un nicho de pobreza importante y se está poniendo de manifiesto con la crisis del coronavirus. La salud es más que curar enfermedades, porque es bienestar físico, psíquico y social, y el 80% depende de los estilos de vida y los factores socioeconómicos". Con la crisis sanitaria todavía lejos de remitir, no se han publicado conclusiones específicas sobre la relación entre la pobreza y la pandemia. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha vinculado la situación socioeconómica con el origen de la población, hispana o afroamericana, para avanzar el impacto diferente en las clases sociales. Fractura social En España las cifras de contagio o mortalidad por comunidades autónomas o por distritos son inexactas para determinar correlaciones directas entre el 'rich-poor gap', como se denomina al factor económico sanitario, y la Covid-19. Los datos podrían estar distorsionados por la existencia de un foco de infección, como las residencias de mayores, en una zona; o por haber en una misma demarcación rentas altas y bajas. Por ejemplo, las regiones con mayores recursos han sido las más atacadas: Barcelona, Bilbao y Madrid, pero allí también existe una mayor desigualdad entre sus pobladores. En el último caso, yendo por barrios, la incidencia en Vallecas es similar a la de Chamberí por cada 100.000 habitantes e inferior a la de Retiro. Frente a la anomalía de Leganés con más de 700 contagiados por cada 100.000, el resto de la periferia, como Getafe, tiene entre 101-200 casos por cada 100.000 personas.

Los factores determinantes de la salud también mejoran entre los de clases sociales más altas, según los datos oficiales: suben "en los grupos de posición socioeconómica más favorecida", indica la Encuesta Nacional de Salud. "Mejora el tabaquismo, se reduce el consumo de alcohol, aumenta la actividad física, la lactancia natural y el consumo de fruta". Lo que se suele reducir a "tabaco, dieta y ejercicio" influye en la aparición o tratamiento de las enfermedades crónicas. "A los estilos de vida se les atribuye el 30% de la salud", sostiene Villalobos.

Cuando la crisis sanitaria se convierta en una crisis económica, algo que ya se da por hecho con una caída pronunciada del PIB español, la incidencia del coronavirus seguirá mordiéndose la cola, con un efecto de retroalimentación que generará más población vulnerable, por patologías previas o por imposibilidad de cumplir con el aislamiento preventivo. "Cuando desaparezca la epidemia va a haber un segundo momento con consecuencias sociales", asegura Francisco Lorenzo, director de Acción Social de Cáritas. "La desigualdad puede aumentar".

¿Puede ocurrir una fractura social? "España no es un país que se fracture fácilmente en términos violentos, porque la familia ha jugado un papel crucial de pegamento social", dice Lorenzo. "Pero hay que entender que los servicios públicos son los auténticos garantes de los derechos. No sólo la sanidad, también la educación o la vivienda". La pobreza severa afecta a 4,2 millones de personas en España, calcula Oxfam, y la brecha económica podría repercutir en los servicios sanitarios, como ocurrió en 2008, y desproteger a la población en situación de exclusión social.

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