Optimismo para superar la adversidad

Campeón de lanzamiento de peso y llamado a seguir los pasos de su ídolo Manuel Martínez, a Daniel Pardo la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y el consiguiente estado e alarma le llegó justo en el momento en el que estaba recuperándose de la operación en sus dos rodillas que tras el Nacional de su categoría le había llevado al quirófano y a tener que decir adiós a muchas competiciones.

"Lo importante es la salud y eso va por delante de todo», precisa el lanzador de peso leonés que añade: «Tengo claro que las prioridades son que toda la gente pueda tener una seguridad importante. En mi caso además el confinamiento y el hecho de que tuviera que cerrar sus puertas de manera temporal el Centro de Alto Rendimiento de León me llevó a tener que parar la recuperación ya que hasta ese momento me estaban tratando los fisios del CAR y desde mediados de marzo no han podido seguir haciéndolo",

Eso para todo un referente en esta disciplina atlética que ha tenido a la provincia de León como un lugar de primera fila ha supuesto que «los plazos para poder estar en forma y superar el postoperatorio se vean retrasados al menos por un par de meses». A Daniel esa circunstancia le preocupa pero más «el ver como la gente enferma e incluso muere por el Covid-19. Ahora toda mirar hacia adelante y pensar que ojalá esto pase pronto y todos volvamos a una cierta normalidad. Aunque nos va a costar un poco e tiempo y también de hábitos.

Todos tenemos que aportar nuestro grano e arena y compromiso. El egoísmo y el yo es a día de hoy lo peor que nos puede pasar». Respecto a su día a día, hasta hace muy poco confinado como millones de españoles en su casa, Daniel Pardo ha tenido que hacer gala de cierta imaginación para ingeniárselas y al menos mantener cierto grado de forma. Para un lanzador de peso las cuatro paredes no son lo mejor pero no había otra posibilidad. «He tenido que apañármelas con unas gomas y cuando tras un tiempo han podido llegarme unas pesas. Ha sido un poco complicado pero he buscado la mejor manera de no quedarme estancado y poder al menos estar en un cierto nivel de recuperación para cuando pueda volver al CAR y seguir con la puesta a punto. Lo que sí tengo claro es que la temporada se ha acabado para mí en cuanto al aire libre. Ahora habrá que pensar ya en el próximo año e intentar recuperar el terreno perdido».

Además, para el atleta el hecho de poder salir a entrenar desde hace algo más de una semana le ha venido a las mil maravillas, dentro de las limitaciones de una persona que se ha operado e las dos rodillas hace pocos meses. «He podido salir en bicicleta y eso me ha hecho mirar las cosas de una forma más optimista».