Los periodistas firman un manifiesto contra la censura
Piden a los políticos que pongan fin a las presiones que sufre la prensa
La Asociación de Periodistas de León (APL) se adhiere al manifiesto que por el Día Mundial de la Libertad de Prensa ha publicado la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), en el que insta a gobiernos y políticos a poner fin a las presiones que sufre la libertad de prensa.
En el que manifiesto se insta a las instituciones políticas a «comprometerse, por el contrario, en la defensa y protección del periodismo, en un momento en que la pandemia del coronavirus coloca la función de los periodistas como un bien público esencial para garantizar el derecho de los ciudadanos a la información». En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se conmemora hoy, se ha constatado un preocupante incremento de las restricciones al libre ejercicio del periodismo. Unas restricciones que concretan en vetos a medios y reporteros, ruedas de prensa sin derecho a preguntas o con éstas limitadas, prohibición de cubrir actos de interés general, amenazas de cierres de medios públicos y privados, ataques a periodistas e intentos judiciales de vulnerar el derecho al secreto profesional.
«Ante la incertidumbre y el miedo a lo desconocido que ha provocado el coronavirus, necesitamos más libertad de prensa que nunca». La libertad de prensa viene sufriendo en los últimos tiempos la ofensiva de la desinformación y de los bulos, «incrementados con motivo de la pandemia hasta unos niveles nunca vistos». El manifiesto apunta que los promotores de la desinformación y los que participan en esta estrategia «persiguen aumentar el miedo y la incertidumbre para minar nuestro sistema democrático».
La APL ha alertado de que la precariedad laboral y salarial es un claro impedimento para el desarrollo pleno de la libertad de prensa, «ya que crea inseguridad e indefensión de los periodistas ante las presiones de los poderes, vengan de donde vengan». La FAPE ha pedido al Gobierno un plan de ayudas al sector para paliar la crisis, condicionado a que se mantengan los puestos de trabajo para evitar la repetición de lo que ocurrió durante la pasada recesión, cuando se perdieron 13.000 empleos.