Ponferrada da el salto a la fase 1 con la hostelería a medio gas por el aforo y las dudas

Ponferrada es ya la única ciudad de Castilla y León en fase 1. Eso significa, entre otras cosas, que los establecimientos de hostelería pueden abrir sus terrazas con un aforo del 50%. No obstante, la reapertura será a medio gas. Son muchos los que han optado por esperar una semana más o, incluso, hasta la fase 2. Reabrir con las condiciones que se permiten a estas alturas de la desescalada es inviable para una mayoría y ni siquiera darán el paso algunos de los que se pueden considerar privilegiados por estar en plazas o amplios espacios para colocar mesas y sillas, como la plaza de la Encina o la de Fernando Miranda.

Por esperar a tener licencia para ampliar la terraza o montarla por vez primera. Porque están acondicionando el local con mamparas de protección y diferentes medidas de seguridad. Porque no tienen espacio exterior suficiente como para colocar un número de mesas rentable. Porque a estas alturas todavía son muchas las dudas que tiene el sector ante los continuos cambios y «caóticas» las interpretaciones. Por todo esto, no son pocos los negocios de hostelería de Ponferrada que seguirán hoy cerrados.

Los hay —una minoría— que hace días decidieron levantar la verja y agarrarse a la posibilidad de los cafés o la comida para llevar. Una opción a la que también esta semana se sumarán otros ante la imposibilidad de sacar rentabilidad a las terrazas. Es un alivio pero únicamente temporal. La mayoría sigue preparando la vuelta de aquí en una o dos semanas, confiando en que ningún paso atrás en la evolución de la pandemia impida avanzar un poco más en la desescalada. Lo contrario sería una ruina.

Ayer a mediodía nada hacía presagiar que hoy era día de cambio en el sector de la hostelería. Sí que se vio movimiento en algunas terrazas en las que se estaban apilando sillas y mesas y en algún que otro bar donde, tras la puerta entreabierta, las ventanas o la verja a medio subir, se notaba actividad de limpieza. También hay quien ha aprovechado el parón para hacer obra o pintar y ayer se daban los últimos retoques antes de volver hoy al ruedo. Pero los que abren no son los más y también lo confirman los distribuidores de mercancía.

Tareas de limpieza en una cafetería del centro.  L. DE LA MATA

«De momento, esta semana no vamos a abrir. El 50% de la terraza no supone ni el 20% de la facturación global y con eso no me puedo permitir sacar a los trabajadores del erte. No es viable», explica el propietario de un negocio de hostelería ubicado en el casco antiguo de la ciudad y eso que el suyo está frente al Castillo de los Templarios. Su terraza tiene diez mesas y podría utilizar únicamente cinco. Ha decidido no solicitar ampliación de este espacio y esperar a final de semana para tomar una decisión sobre los pasos a dar. «Es todo muy complejo y, en algunos aspectos, roza el absurdo», asegura.

En la plaza de la Encina hay sitio suficiente para ampliar la terraza, pero la heladería y cafetería ubicada en una de sus esquinas tampoco abre hoy. Están con obras para garantizar la seguridad de los trabajadores y de sus clientes y pendientes de tramitar la ampliación de la terraza para poder aumentar el volumen de ingresos. «Estamos con ilusión y con ganas pero con mucha incertidumbre. También queremos ver cómo va respondiendo la gente», asegura su propietaria, que ayer se dedicó a realizar labores de limpieza con la previsión de abrir una vez que tenga instaladas las mamparas.

Poder utilizar zonas de carga y descarga o semipeatonalizar algunas calles podrían ser soluciones temporales hasta que la hostelería pueda abrir a pleno rendimiento. Así lo plantea el propietario de uno de los bares más emblemáticos de la ciudad, situado en la calle Obispo Osmundo, en la parte alta. Ellos tampoco abren y en su caso han decidido esperar a la fase 2. La acera que pasa frente a su puerta es muy estrecha y con solo dos mesas, abrir «es inviable». «Los que no tenemos terraza estamos vendidos», se lamentó.

Precisamente, la peatonalización de calles durante los fines de semana y festivos parece estar en los planes del Ayuntamiento de Ponferrada, que ayer sumó la avenida de La Martina a esa peatonalización reversible que ya implantó la semana pasada en Gómez Núñez, calle Real y calle Ancha. Es un proyecto en pruebas y si funciona podría ser un balón de oxígeno para los negocios de estas zonas. A día de hoy, el Ayuntamiento ha concedido 17 nuevas licencias para terrazas y no tiene constancia de ninguna baja. En total, en la capital berciana hay 243 terrazas con licencia.

La misa vuelve a la Encina

La que sí reanuda hoy su actividad es la Basílica de la Encina de Ponferrada, ya que los lugares de culto también pueden abrir a un tercio de su aforo en esta fase de la desescalada. La casa de la patrona del Bierzo volverá a recibir a sus feligreses aunque en horario reducido. De momento, esta semana se elimina la misa de las 11.00 y solo se mantiene de las 20.00 horas, según explicó el rector, Antolín de Cela. Se hará con todas las medidas de seguridad. Así, se han marcado los bancos para garantizar una separación suficiente entre las personas y también se han colocado, en la entrada, unas alfombras impregnadas con una mezcla desinfectante para el calzado. Todos deberán llevar mascarilla y un monaguillo se encargará, a la entrada, de facilitar gel hidroalcohólico.

Algunos espacios ya se han delimitado con cintas. L. DE LA MATA

También se creará la figura de un acomodador que guiará a los feligreses hasta el sitio que le corresponde, siembre de adelante hacia atrás. Se podrá comulgar, pero en mano, y no se eliminarán los cepillos fijos. Eso sí, no se pasará el cepillo durante la misa. Además, la Basílica de la Encina ha adquirido dos máquinas de ozono para desinfectar el ambiente durante las noches. Lo que no hará falta eliminar es el agua bendita, ya que hace tiempo que se retiró de las pilas por algunos problemas que se dieron con drogodependientes, explicó De Cela.

Préstamo de libros y archivo

También reabre hoy sus puertas la Biblioteca Valentín García Yebra de Ponferrada. Lo hace bajo rigurosas normas de seguridad en horario de 9.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 20.30 horas, de lunes a viernes. Eso sí, solo para préstamo y devolución de libros e información bibliográfica. Se da un plazo de tres semanas para devolver los libros prestados antes del confinamiento, que se han de depositar en unos contenedores colocados a la entrada para ser puestos en cuarentena.

Además, hay que solicitar cita para los nuevos préstamos a partir del miércoles en el 987 41 23 70. Se darán dos citas cada quince minutos, las últimas a las 13.00 y a las 20.00 horas. No hay acceso libre a las estanterías, no se podrá abandonar el itinerario marcado para los préstamos, se controlará la temperatura, habrá que desinfectar el calzado a la entrada y es obligatorio el uso de mascarilla y guantes desechables.

Por lo que respecta al servicio de archivo, las consultas serán preferentemente por vía telemática mediante solicitudes que se registrarán y serán atendidas por los servicios de administración. Cuando no se pueda arbitrar una consulta en línea, «se estudiará la petición y en caso de ser afirmativa la solicitud, se permitirá la consulta de manera presencial en un espacio habilitado para ese fin. Se señalará día y hora para la consulta, con un máximo de diez documentos y una hora de duración», detallaron fuentes del Ayuntamiento de Ponferrada.

La capital del Bierzo inicia la desescalada y lo hace con el freno de mano echado hasta ver como empieza la nueva realidad y como responde la ciudadanía.

Mercadillo: sólo frutas y verduras

Una de las novedades de la fase 1 es que los mercados con puestos al aire libre pueden reabrir con un 25% de ocupación. Por eso, para respetar el tercio del aforo total, el mercadillo que se celebra los miércoles y los sábados en Ponferrada volverá en dos días pero únicamente con los puestos de fruta y verdura, ya que son los considerados de primera necesidad. «En el mercado hay cerca de 300 puestos y solo los de fruta y verdura ya suponen un tercio. Por eso hemos decidido que de momento empiecen estos que, además, son de primera necesidad», explicó el concejal Manuel de la Fuente.

Los servicios técnicos municipales ya están rediseñando el mercadillo. Las últimas decisiones se tomarán mañana a última hora y se abordará la posible fecha para el regreso de los puestos de textil y calzado. Además, se anularán las calles más estrechas, como la calle Real y el pasaje Matachana, y se buscarán otras más anchas para garantizar la seguridad.