«Me preocupa mi familia de Italia»

No le está resultando sencillo este confinamiento a Sofía Ghilardi, estrella italiana del Rodríguez Cleba que vive encerrada en su domicilio de León junto a su compañera de equipo Raquel Espinosa. Ella está bien de salud, pero no puede por menos que sentir desasosiego al pensar en los suyos. «Estoy preocupada por mi familia porque Lombardía es una de las zonas más afectadas de Italia. Llevan ya 15 días de cuarentena y los casos siguen aumentando. Mis padres temen por la salud de mis abuelos, que son la parte más vulnerable de todos y también por mí que ahora mismo estoy lejos de ellos», confiesa una de las grandes anotadoras del conjunto leonés.

Estar en casa le obliga a llevar una rutina de entrenamientos más estricta de la habitual. «Tenemos una sesión por la mañana y otra por la tarde cada día. Son todos ejercicios que se pueden realizar en casa y con objetos cotidianos, es muy importante hacerlos para mantener la forma física y también para pasar el tiempo». Lo de no moverse de su domicilio se antoja «una situación difícil» pero entiende que es la única manera de vencer al virus. «Tenemos que respetarlo por el bien de todos y de nosotras mismas, así que si todos cumplimos con nuestro deber esto se acabará antes».

Con la competición de Liga en el aire a la espera de que se tome una decisión sobre el futuro, Sofía no pierde la esperanza de que se pueda continuar. «Yo espero que se pueda retomar, pero aún no se puede saber. Por ejemplo en Italia se ha solicitado la cancelación de la competición en vistas de la situación que es cada día más grave», recuerda. Hasta el parón, la temporada de Ghilardi estaba siendo más que notable. «La verdad es que me he integrado muy bien en el equipo desde el principio y a cada momento he ido mejorando, estando más unida a mis compañeras a lo largo de la temporada», admite.

La lucha por recuperar la máxima categoría del balonmano femenino español es de nuevo el gran objetivo del Rodríguez Cleba. Una meta nada sencilla que sin embargo no se cansan de querer alcanzar. Sobre sus opciones, Sofía prefiere ser cauta. «Todavía no hay nada claro, los cuatro primeros puestos están muy ajustados y nunca se sabe lo que puede pasar, sobretodo cuando se habla de balonmano».

Lo peor del confinamiento

De este estado de alarma que la obliga a estar entre las cuatro paredes de su casa lo peor, según confiesa, «es pasar obligatoriamente de un estilo de vida frenético a uno sedentario. Cada día hecho más de menos entrenar y mi rutina». Al margen de los entrenos, pasa el tiempo con diferentes tareas. «Intento levantarme pronto para aprovechar el día al máximo, estudio, ocupo el tiempo cocinando, viendo películas y escuchando música».