«La presión psicológica es tremenda, más que física»

S iempre le gustó el turno de noche en el Hospital, porque se respira paz y tranquilidad, comparado con el ajetreo del día y el trasiego de personas. Pero trabajar con estos pacientes de coronavirus «está siendo un esfuerzo psicológico más que propiamente físico. Es una presión tremenda, un no saber qué hacer y un cambiar la manera de trabajar cada segundo». Rocío de Prado Espinosa, enfermera del Monte San Isidro con 23 años de experiencia, optimista por naturaleza, reconoce que «estamos todos con unos ánimos tan bajos y con la lágrima a flor de piel que esta tranquilidad de la noche se agradece.Esta enfermedad va a ser la de la soledad. La de estar encerrado en una habitación y no ver ni las caras al personal que te atiende.La enfermedad de morir solo, sin una mano que te agarre ni un familiar que llore al pie de tu cama. Sin un entierro digno, con su misa, los familiares, los amigos y las flores». Asegura que por su trabajo en cuidados paliativos ha visto muchos veces la muerte, «sé lo que es morir dignamente, pero esto me supera, mueren solos». Reclama equipos de protección adecuados y en cantidad suficiente para hacer las cosas bien. «Necesitamos protegernos para no entrar aprisa en las habitaciones y poder estar el tiempo necesario con unos pacientes que nos necesitan muchísimo». Sus frases en facebook han cosechado más de 20.000 lecturas.