Al PSOE le sobraría con Cs para gobernar en León, mientras que el PP necesitaría también a Vox o UPL

Ciudadanos abría la puerta del Ayuntamiento de León para que pudiera gobernar el PSOE, al que no le llegaría una alianza de izquierdas; mientras que al PP le haría falta un pacto a tres bandas por la derecha en el que, además de la formación naranja, entrara Vox, o bien se sumaran UPL, IU o Podemos. Estas son las dos opciones que se presentan en el consistorio de la capital leonesa, de acuerdo a los resultados de la encuesta realizada para DIARIO DE LEÓN por parte del instituto de investigación sociológica Celeste-Tel. El sondeo, basado en 550 entrevistas telefónicas realizadas entre el 7 y el 15 de mayo, recoge la caída de los populares, que perderían 3 concejales con respecto a la situación actual; el auge de los socialistas, que se convertirían en la primera fuerza política al sumar un edil y alcanzar los 9; y el repunte de la formación naranja, que obtendría dos sillones más en el salón de Plenos de San Marcelo.

La encuesta define un escenario en el que el PP se vería castigado con la pérdida de casi uno de cada cuatro de los votos que consiguió en mayo de 2015, lo que se traduce en 3 concejales. La deserción de 4.969 papeletas de la candidatura liderada por Antonio Silván —que perdería incluso 0,5 puntos en el municipio respecto a las generales de hace apenas un mes— nutriría sobre todo el crecimiento de Ciudadanos, que se haría con un 11,1% de estas fugas, y el despegue de Vox, que pescaría un 5,9% de los apoyos que se fugan de los populares con respecto a hace cuatro años. La sangría, apenas atenuada por un 16% de los votantes nuevos o que se abstuvieron en la anterior cita municipal, se completaría con un 7,4% de sufragios que se irían a la abstención, un 3% que optarían por la UPL e, incluso, un 5,2% que daría un giro para desembocar en el PSOE, según el sondeo.

Los socialistas conseguirían volver a colocarse como primera fuerza política en el municipio, algo que solo lograron en la historia en el mandato 2007-2011 gracias al rebufo del efecto de Zapatero. Aunque lejos de los 13 concejales de entonces, el PSOE alcanzaría los 9 representantes, uno más que ahora, y ganaría 4 puntos con respecto a los comicios de 2015, aunque supondrían 0,8 puntos menos que los datos de la merca en las generales del 28 de abril. La fuerza de su resultado se basaría en la fidelidad de sus votantes, que no le abandonarían en un 79,7%, y en la capacidad para ser el partido con mayor captación de nuevos votantes, entre los cuales conseguiría a casi 3 de cada 10. A estos dos factores se sumaría uno de gran relevancia: la capacidad para sustraer apoyos de los partidos a su izquierda. La candidatura de José Antonio Diez le arrebataría uno de cada cuatro votos a Podemos, entonces con la marca León Despierta, y un 26,5% de los apoyos de hace cuatro años a IU, que se presentó como León en Común, además de que levantaría un 18,5% de las papeletas a la UPL. Por el contrario, no hay ningún trasvase hacia Ciudadanos, de acuerdo a los resultados de la encuesta del instituto sociológico.

Esta capacidad para conservar los apoyos fragua buena parte del éxito que obtendría Ciudadanos, que además lograría dos de cada diez nuevos votantes respecto a 2015. Su crecimiento sería el más elevado de todos, con 5,2 puntos por encima de lo que lograron en su primera experiencia política municipal hace cuatro años. El resultado, que se concretaría en 3.770 votos más, le daría 6 miembros al grupo municipal liderado por Gemma Villarroel, que en la actualidad cuenta con cuatro personas de las que tan sólo repetirá ella, aunque el último de los ediles lo lograría por apenas 68 papeletas de diferencia con la UPL. El 83,7% de fidelización de sus votantes, el porcentaje más alto de todos, sólo encontraría una fuga posible, a Vox, donde acabarían un 9,3% del total de los logrados por la formación naranja en 2015, mientras que el 7% restante tan sólo contempla irse a la abstención, pero en ningún caso a cualquiera de los otros partidos que conforman el escaparate político abierto.

Ninguno se iría a Podemos, que esta vez se presenta con su marca nacional. La formación lograría mantener su representación actual, aunque se anotaría un retroceso de 1,6 puntos en relación a su entrada en 2015 como León Despierta. El enroque se apoya en el 67,2% de votantes que siguen junto a su papeleta y al 11,2% de nuevos votantes que optan por la formación morada. En cambio, no obtienen nada de trasvase de otras formaciones y se dejan un 25,2% en favor de los socialista.

Como quinta fuerza política la encuesta del instituto sociológico sitúa a la UPL. Los leonesistas no sólo se mantienen, sino que ganan 0,7 puntos, lo que se traduce en 550 votos, entre los cuales figuran un 4,6% de los nuevos votantes. Su alta fidelización, con un 74,1%, la tercera más significativa, hace que apenas se vea afectada la bolsa de 2015 por una fuga de un 18,5% hacia el PSOE y un 7,4% que se decantan por la abstención. La suma les deja a tan sólo 68 votos de conseguir su segundo concejal, que se lo arrebatarían a Ciudadanos.

Por debajo surge como nuevo partido en el consistorio Vox. Su crecimiento se cimenta en los trasvases que recibe de Ciudadanos, a quien arrebata un 9,3% de sus votantes, y el PP, que pierde en su favor un 5,9% de las personas que les apoyaron en 2015. Como resultado, lograría un concejal.

La última fuerza sería IU. Pese a su baja fidelización, que sería la más baja con un 66,7%, lograría conservar uno de los concejales que tiene hasta ahora en el Ayuntamiento de León.