Diario de León

Higiene postural

Receta contra el teletrabajo

Las profesoras de Fisioterapia de la ULE Arrate Pinto y Cristina Suárez desvelan las claves para que el confinamiento sea menos perjudicial

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El confinamiento causa estragos físicos y mentales a todo el que lo padece. También hay muchas personas que, durante el estado de alarma, teletrabajan desde sus casas. Para evitar dolores musculares es importante mantener una buena higiene postural que permita trabajar sin tensionar demasiado los músculos y por ello, Diario de León ha contactado con dos especialistas en fisioterapia de la Universidad de León.

Arrate Pinto Carral es profesora desde hace 16 años del Grado en Fisioterapia, especializada en el sistema músculo-esquelético y en la terapia manual. Además, interviene en un proyecto de investigación dentro del grupo Salbis de la ULE, en el cual están abriendo una línea de dolor lumbar, pero también trabajan de forma interdisciplinar en varios estudios. Las pautas y consejos que desvela en esta entrevista ayudarán a los lectores a conocer cual es la mejor forma de actuar para que el cuerpo no sufra los efectos perniciosos de estar encerrado. De hecho, a raíz de esta entrevista, Arrate confiesa que la Universidad de León se está planteando comenzar un estudio sobre el dolor musculoesquelético provocado por el teletrabajo.

Además, otra experta de la Universidad de León, que lleva dieciséis años prestando atención fisioterapéutica y osteopática y dos años como profesora asociada, Cristina Suárez Fraga, ha elaborado un vídeo con pautas para realizar estiramientos que resultarán enormemente beneficiosos para la salud muscular, que pueden ver en la edición digital.

—¿Qué es lo que más perjudica al estrés corporal en la situación de confinamiento? ¿El estrés mental también se nota?

—En tiempos del Covid-19 nos hemos visto obligados a modificar nuestras rutinas. Dedicamos más tiempo del habitual al móvil y a las nuevas tecnologías, lo cual nos aboca al mantenimiento de posturas mantenidas —no siempre adecuadas— que estresan nuestro sistema músculo-esquelético y modifican los estímulos que llegan a nuestro cerebro. Además, puede resultar complicado gestionar el aluvión de emociones que suscitan estos cambios, como por ejemplo, la presión de encajar nuestras tareas laborales con las de los hijos en edad escolar o la frustración por no poder estar con las personas que queremos. A pesar de ello, no debemos permitir que este trato con el estrés nos pase factura.

—¿Hacer ejercicio ayuda?

—El ejercicio físico resulta fundamental. Es un recurso al alcance de todos y cuya evidencia científica nadie pone en duda actualmente. No hace falta hablar de los beneficios que puede aportar tanto a nivel corporal como emocional, solo es preciso probarlo.

Aunque tenga que ser desde un espacio reducido en muchos casos, ahora tenemos más posibilidades de hacerle un hueco en nuestro día a día a la actividad física. Una mayor apuesta por el ejercicio físico diario podría ser uno de los efectos secundarios positivos, si cabe, que pudiera traer consigo este aislamiento social.

—Mucha gente está teletrabajando desde sus casas. ¿Qué es lo más importante para que no acumulen dolores musculares?

—La mayoría de las personas que hemos cambiado el trabajo presencial por el teletrabajo estamos acostumbradas a pasar muchas horas delante de un ordenador, pero nunca en estas condiciones improvisadas, desempeñando la totalidad de la jornada en un entorno que antes sólo era para trabajo ocasional, con portátiles haciendo de ordenadores de mesa —que no es lo ideal para nuestro cuello ni muñecas—, en condiciones de luz inadecuadas o con varios miembros de una misma familia compitiendo por los mismos espacios. Es así que nuestra improvisación debe terminar donde comienzan a asomar los dolores musculares.

—¿Qué partes del cuerpo son las que más sufren al estar sentado?

—Cada persona reacciona de modo diferente a las agresiones del entorno, pero habitualmente la espalda es la región más vulnerable. Los dolores de cuello y de hombros suelen ser los más frecuentes. También hay estudios que señalan altas prevalencias para el dolor lumbar y de cabeza, puesto que son síntomas que suelen cursar de forma recurrente.

—¿Qué hábitos conviene evitar?

—Lo peor suele resultar trabajar sentados en el sofá, en mesas de poca altura o con el ordenador portátil sobre las piernas. También hay que evitar todo aquello que detectemos que nos hace sentir incómodos antes de los 15 minutos de trabajo continuo en una determinada posición. Y sobre todo, evitar trabajar durante más de media hora seguida sin hacer ningún tipo de pausa.

También es importante saber que podemos reinventarnos cada día. Si aparece un dolor inesperado, podemos probar a cambiar algún aspecto de nuestra postura y de nuestro puesto de trabajo «casero» para intentar solucionarlo. Estas nuevas tensiones no deben venir para quedarse.

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