Una red de voluntariado para llevar la medicación a 3.271 pacientes
La cuarentena impuso la prohibición de los desplazamientos. Pero los pacientes con patologías graves no pueden quedarse sin su medicación personalizada. «Muchos de los pacientes que acudían a recoger la medicación pero la orden les imponía un aislamiento obligado porque son población de riesgo por sus patologías». Para evitar la desatención de los enfermos, los trabajadores del servicio de Farmacia, reforzados con el trabajo de cuatro administradores y ayudados por una red de personas voluntarias de Cruz Roja, Protección Civil y de Montes de la Junta de Castilla y León, establecieron una logística que se movilizaba cada mañana desde el Hospital de León hacia distintos pueblos de la provincia para que 3.271 pacientes de toda el área sanitaria de León recibiese la medicación en su casa. Se organizaron 157 rutas para hacer 616 viajes a poblaciones diferentes. Para comprobar que los pacientes estaban bien y que no tenían efectos secundarios con la medicación, lo que habitualmente se hace en las consultas en el Hospital, con 4.100 llamadas de comprobación. «Han sido muchas horas de trabajo, incluso de madrugada, para planificarlo todo. Estamos muy satisfechos con el resultado», explican Juan Ortiz y Luis Ortega.
Una cadena
«Había que preparar la medicación de cada paciente, con sus dosis individualizadas, mucha tenía que trasladarse en cajas isotérmicas para conservar la cadena de frío. La medicación llegó a tiempo a todos los pacientes». Personas con patologías complejas inflamatorias, enfermedades raras, trasplantados, con esclerosis múltiple.. «enfermos especialmente vulnerables que demás tenían más riesgo de contraer el virus»
A esta red de apoyo se ofrecieron voluntarios también los farmacéuticos de las boticas de los pueblos, «pero la movilización del voluntariado no hizo falta y así no introducíamos más riesgos de posibles contagios».
El jefe de servicio de Farmacia Hospitalaria, Juan Ortiz, asegura que, superada la pandemia, la organización ya nunca volverá a ser cómo antes.
«Hemos aprendido todos. A los nuevos tiempos nos estamos adaptando para que con el impulso del sistema informático Jimena, en el que todos los especialistas colaboran para la puesta en común de la historia clínica de los pacientes, esta nueva forma cambie la forma de entender la asistencia». Juan Ortiz agradece a los voluntarios y al equipo directivo del Hospital el apoyo en todo el proceso.