Diario de León

La residencia Mensajeros de la Paz, con once fallecidos, urge personal a la Junta

Tres de los once decesos en el centro están confirmados por contagio de Covid-19

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La Residencia que Mensajeros de la Paz gestiona en La Bañeza, confirmó ayer a través de un comunicado el fallecimiento de once de sus residentes, por lo que se dirigió a la Junta de Castilla y León para demandar, «con urgencia», la dotación de personal de todo tipo, así como material para poder atender a los residentes con las medidas de seguridad que marca el protocolo del covid-19 (mascarillas, guastes, batas, etc). La residencia tiene 228 mayores y desde el día 21 de marzo han fallecido once ancianos, de los cuales solo tres han sido confirmados por coronavirus. Todos eran mayores de 80 años y sufrían de polimedicalización y pluripatologías.

En el comunicado, la entidad dirigida por el Padre Ángel García, asegura que «la situación es extremadamente urgente debido a que los residentes son de muy avanzada edad». Por ello, la directora de la residencia reclama «con urgencia» a las autoridades competentes tres cosas: personal, pruebas de confirmación del covid-19 a los trabajadores y a los residentes y material.

Una reclamación que también hicieron llegar algunos familiares a este periódico, que afirmaron que llevaban varios días sin tener noticias de sus familiares. «Mi cuñada lleva en la residencia 10 años y estamos encantados con el servicio, pero ante esta situación que se conoce desde hace días no se entiende que la Junta no haya facilitado todavía pruebas de coronavirus y más personal porque los cuidadores que están no dan abasto», detalla un vecino de la Cabrera.

La causa de las muertes no puede ser confirmada por el virus porque los médicos no entran en la residencia y la funeraria informa de que en todos los fallecimientos se escribe que las muertes son por covid-19, cuando no existe certificación del mismo, lo que provoca malestar y desinformación en los familiares.

Dentro de la residencia se intenta, a pesar de todo, mantener los protocolos de seguridad, pero se quejan de que con la falta de material resulta muy difícil extremar las precauciones, tal y como sucede por desgracia en centros de estas mismas características de todo el país, ya que las residencias de ancianos se han convertido en una de las emergencias nacionales.

Hasta ahora se ha dotado de material a todo el personal, pero los recursos se están terminando. Aunque en la última semana se han contratado a 25 personas nuevas, a día de hoy y tras más de 30 personas de baja por enfermedad, continúa siendo una urgencia tener más personal.

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