El sector turístico se juega hasta octubre más de 200 millones de euros

La pandemia tiene al borde del abismo a miles de empresarios y trabajadores de la provincia que dependen del turismo, un sector golpeado especialmente por la crisis sanitaria y que genera, entre primavera y verano, más de 200 millones de euros en ingresos.

Mientras las fronteras sigan cerradas y no regresen los visitantes extranjeros, que suponen el 26,6% del total, según los datos del último ejercicio, la mayoría de los hoteles retrasarán su apertura y casi ningún bar o restaurante dará beneficios, sobre todo si los Ertes no se extienden más allá del mes de junio y se mantienen las restricciones en cuanto al aforo y la movilidad. En eso coinciden patronal y sindicatos, que han reclamado medidas de choque a la administración central, autonómica y local para evitar el cierre masivo de comercios y establecimientos hosteleros. El martes se reunirán con la Junta.

Sin turistas, los efectos para el sector pueden ser catastróficos, sobre todo en las principales áreas urbanas de la provincia, porque en las zonas rurales el impacto lo suavizarán los viajeros españoles que, si todo avanza según la desescalada prevista por el Gobierno, podrán moverse por la península a partir de finales de junio.

Aún así, hoteles, hostales, pensiones, campings, albergues, casas rurales, pisos turísticos, comercios, bares o restaurantes sufren ya pérdidas millonarias tras más de dos meses sin ingresos. Descontados los diez millones de la Semana Santa, más lo que se generaba en las fiestas de San Juan y San Pedro, la recuperación del sector pasa ahora por los meses de verano, los más prolijos del año en términos económicos, según se desprende del Boletín Anual de Coyuntura Turística de Castilla y León.

De hecho, seis de cada diez viajeros que llegaron a la provincia en 2019 lo hicieron entre el 1 de abril y el 1 de octubre. En ese periodo, León recibió a 1.027.907 turistas, el 65% del total (1.575.712), con un gasto medio por persona de 197,76 euros, lo que supone más de 203 millones en ingresos. Nadie cuenta ya con alcanzar ese volumen de negocio. Se da por seguro que una parte importante del tejido empresarial vinculado a este tipo de actividad no resistirá una hibernación de la economía tan prolongada, pero cuanto más se alarguen las restricciones mayor será el desgaste sobre el empleo. Hay 14.000 personas en León que viven directamente de la hostelería, y otros tantos que cobran sus nóminas de empresas satélites y proveedores. El confinamiento y el cierre de la mayoría de locales ha dado como resultado que más de 22.000 trabajadores de la provincia estén inmersos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, muchos todavía sin cobrar la prestación del Sepe.

Además, los últimos datos del paro son poco alentadores y anuncian un final de año con la tasa de desempleo disparada. La crisis del Covid-19 sumó en abril 2.166 parados más y ya hay 33.238 personas sin trabajo. A eso hay que añadir los más de 11.000 autónomos que pidieron el cese de actividad y los 22.000 trabajadores en Erte.

También es preocupante la caída en picado del número de contratos en uno de los meses con más movimiento en el sector servicios debido a la Semana Santa. En abril tan solo se firmaron 2.959 acuerdos, casi ocho mil menos (7.836) que en los mismos días de 2019. Únicamente 351 fueron indefinidos.

La tendencia hasta julio será parecida. Y hay demasiada incertidumbre respecto a cómo se comportará el turismo en lo que queda de año. Muchos lo dan por perdido, sobre todo si se mantiene la cuarentena de catorce días a los visitantes que vengan de fuera.

Para los hosteleros leoneses, agosto es habitualmente el mes más potente del ejercicio, como certifica el Boletín de Coyuntura Turística. Solo en esos 31 días de 2019, visitaron la provincia 233.488 turistas, frente a los 165.750 de septiembre o los 165.443 de julio, que aparecen a la zaga. En octubre el flujo de viajeros se relaja (142.032 en 2019) y a partir de noviembre el número de visitantes cae por debajo de los cien mil. No se recupera hasta el mes de abril.

En total, la actividad turística movió de enero a diciembre 311.617.509 millones. El 35,1% se lo gastaron los turistas en restaurantes y el 24,4% en alojamientos. El 40% restante se lo reparten las tiendas de alimentación, la cultura, el ocio, las compras en los comercios y el transporte.