«Todo el mundo ha estado en soledad en los hospitales en esta pandemia»
Verónica Casado justifica que las madres con Covid-19 no tengan acompañamiento
«Las pandemias lo cuestionan todo y lo ponen todo del revés». Con estas palabras, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, justificó ayer que cada hospital de Castilla y León haya hecho su propio protocolo de atención al parto a las mujeres que den positivo o sean sospechosas de tener el coronavirus.
Estos protocolos, divulgados por la Asociación de Matronas de Castilla y León (Ascalema), impiden que, salvo excepciones como el Hospital Universitario del Río Hortega de Valladolid, las mujeres con Covid-19 sean acompañadas durante el parto e incluso en planta cuando dan a luz, como es el caso del Hospital de León y el Hospital El Bierzo.
«Evidentemente, los protocolos tienen que estar ajustados a cada hospital porque los hospitales son todos distintos», señaló. La consejera añadió que «nos gustaría enormemente que no sólo las madres estuvieran acompañadas por sus familiares sino las personas que se encuentran en situación terminal, las que están en cuidados paliativos, los ancianos», puntualizó.
«Todo el mundo ha estado en los hospitales en esta pandemia en soledad», agregó. Casado lamentó que la pandemia haya obligado a tomar medidas que contravienen la atención normalizada. «Son los servicios de prevención de riesgos laborales, junto con los servicios de Obstetricia y Pediatría los que han determinado los diferentes protocolos y estoy segura de que lo han intentado hacer siempre lo mejor posible e intentando garantizar los derechos que tienen los pacientes», explicó.
Las matronas, que inicialmente, justificaron las restricciones en la atención al parto normal por la escasez de equipos de protección, ahora se muestran favorables a que los protocolos no separen a las madres de sus hijos, tengan acompañante y puedan elegir la lactancia. La asociación El Parto Es Nuestro también ha criticado las restricciones impuestas a las mujeres con Covid-19 que dan a luz. En el Hospital de León, aparte de que se les niega el acompañamiento en el parto y en la planta, la anestesia epidural queda a criterio de los anestesistas, tal y como figura en el protocolo difundido por Ascalema.
«No puede ser que a una madre positiva se le separe nada más parir de su bebé con lo que ello supone para ambos y al alta se vaya a su casa con su hijo después de la estancia hospitalaria», señala Beatriz Aller.
La presidenta de EPN apela tanto a los criterios de la OMS (Organización Mundial de la Salud) que aconseja el acompañamiento y el acceso al control del dolor, como a razones humanitarias por ser un momento clave en la vida de madre y bebé «que se graba para siempre».