Valdefuentes reclama indemnizaciones y se opone al enterramiento de los residuos

Una demanta por vía de lo contencioso-administrativo interpuesta por el municipio de Valdefuentes del Páramo el pasado 5 de diciembre podría complicar aún más la situación de las balas de basura almacenadas en aquella zona. Según el abogado del municipio, Carlos González-Antón, se pide la retirada inmediata de los residuos depositados en las lindes del ayuntamiento, por los que antes se pagaba un millon de pesetas al mes -en los últimos once meses ni un duro- con el compromiso de retirarlos en cuanto se construyera un centro de tratamiento de basuras provincial. Desde un año atrás ninguna delas claúsulas del contrato se ha cumplido, así que la denuncia ha sido presentada contra la Diputación, la empresa subsidiria Gersul y una tercera entidad intermediaria, de nombre Legio VII, en cuyo accionariado figuran las principales empresas de recogida de basuras. El contencioso tiene un futuro incierto, pero supone una complicación más para los proyectos de enterramiento de los residuos, habida cuenta de que los compromisos iniciales eran los de mantenerlos sólo temporalmente en la zona, retirándolos posteriormente hacia futuros vertederos. Eso es precisamente lo que se reclama ahora desde Valdefuentes, cuyo alcalde, Santiago Fuertes, dice que sólo quiere que le paguen y que saquen las basuras de las lindes de su pueblo: el problema es que la porquería está, al menos teóricamente, en suelo de Santa María del Páramo, aunque justo en la raya con su municipio y los baldíos y fuentes que desembocan en él. La demanda de Valdefuentes es que se le paguen las cantidades adeudadas y se eliminen de una vez las balas de basura del entorno, recordando que el convenio con las empresas subcontratadas por la Diputación incluían, prórrogas aparte, ya finiquitadas en el 2003, el compromiso de que, «al término del contrato no quedará en la finca, después de veinticuatro meses, y con independencia de que hubiera que nagociar un plazo adicional (...), ni un kilo de basura, ni almacenada ni para su tratamiento, lo que representa la no instalación de tipo alguno de planta de transferencia o similar». En este sentido, el proyecto de soterrar los fardos de residuos supone un incumplimiento flagrante de lo anteriormente firmado, a mayores de un riesgo sin fecha en la contaminación de las aguas subterráneas que dan, precisamente, nombre al pueblo: Valdefuentes.