Diario de León

EL MEDIO RURAL TAMBIÉN VOTA

Los vecinos de más de 1.000 pueblos deben desplazarse si quieren votar este domingo

La supresión de 68 mesas respecto a abril obliga a algunos electores a recorrer hasta 60 kilómetros en plena montaña

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Publicado por
María Carnero, Armando Medina, Alejandro Rodríguez y Maite Rabanillo
León

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Mesas electorales por Ayuntamiento

La Oficina del Censo Electoral no instalará mesas electorales en 1.047 pueblos de la provincia por lo que sus vecinos deberán desplazarse a otra localidad para ejercer su derecho al voto. La provincia afronta estos comicios con 68 mesas menos de las instaladas el pasado 28 de abril en las últimas elecciones generales, lo que supone que as poblaciones sin mesa representan el 75% de las localidades de León, aunque la Oficina del Censo Electoral que es la que decide la ubicación de las mesas, sí que ha procurado que estén cubiertos todos los municipios por lo que hasta Escobar de Campos, el ayuntamiento con menos población,  con 42 habitantes, dispondrá el próximo domingo de una mesa para sus vecinos. De hecho, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral Central (LOREG), la distribución de las mesas se organiza por secciones y cada término municipal pertenece a una sección, que es el término en el que están divididas las circunscripciones electorales.

La normativa estima que cada sección debe tener un máximo de 2.000 electores y un mínimo de 500. Sin embargo, el mínimo de electores no se cumple en muchos municipios por lo que la Ley estima que cuando la diseminación de la población lo haga aconsejable, la Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral, a propuesta del Ayuntamiento correspondiente, puede disponer la formación de otras mesas y distribuir entre ellas el electorado de la sección. Para el caso de población diseminada, la distribución se realiza atendiendo a la menor distancia entre el domicilio del elector y la correspondiente mesa. La ley también recoge que en ningún caso «el número de electores adscrito a cada mesa puede ser inferior a doscientos», lo que deja con una sola mesa a la mayoría de los municipios de León, sin tener en cuenta la dispersión poblacional.

En León, con comarcas con una orografía especialmente complicada, que sólo haya una mesa por municipio es lo más corriente  aunque dicho municipio cuente con más de diez pueblos además de la cabecera. Es el caso de la mayor parte de los municipios de menos de 200 electores, como Santa Colomba de Somoza, en la Maragatería, con 16 pedanías, o Murias de Paredes, en Omaña. 

En este último municipio, su alcaldesa Carmen Mallo denuncia que de las elecciones pasado 28 de abril a las que se celebrarán este domingo han quitado una de las dos mesas electorales que se instalaban en el municipio, que tiene 15. Presentó una reclamación ante la Junta Electoral que no ha sido atendida. «Me dijeron que no se podían poner mesas por debajo de los 200 votantes», asegura  la alcaldesa quien tiene meridianamente claro que esto reducirá drásticamente la participación en su municipio. «Hay vecinos que tendrían que recorrer más de 60 kilómetros para votar. Muchos son mayores y no están para hacer estas distancias», afirma.

Sesenta kilómetros de distancia

El ejemplo de Murias de Paredes se podría extrapolar a muchos municipios de la zona montañosa de la provincia. En la reclamación presentada ante la Oficina del Censo Electoral, Mallo explica que la población de su municipio está muy envejecida y que se solicita que se reconsidere la propuesta de establecer una sola mesa electoral en su municipio. «En la mayoría de los casos no cuentan con medio de transporte para el desplazamiento», asegura Mallo, quien presentó una propuesta con dos mesas para atender el derecho a voto del electorado de los quince pueblos de su municipio. «La respuesta que recibimos de la oficina del censo fue que no se alcanza el número mínimo de electores previsto en la Ley Orgánica, que es de 200 por cada mesa», argumenta la alcaldesa, quien insistió en un nuevo escrito que «nuestro criterio no se refería al número de electores sino a la distancia entre las localidades que se incluirían en la mesa que propusimos, en Posada de Omaña, y la localidad de Murias de Paredes». De hecho, los vecinos de Barrio de la Puente tendrán que recorrer 50 kilómetros para votar, y los de Fasgar, la población más alejada de Murias, 60. Mallo también alegó que la fecha de las elecciones, ya avanzado el otoño, puede traer complicaciones en las carreteras.

La complicación que supone para los vecinos sin transporte propio acudir a votar ha propiciado que muchos ayuntamientos habiliten autobuses para recoger a los electores en sus localidades. Una práctica habitual que antes también se facilitaba desde la Subdelegación del Gobierno. 

Sin embargo, según señalaron ayer fuentes de la Subdelegación, desde las elecciones de 2011 «no hay demanda» para este servicio, que ofrecen mayormente los ayuntamientos y organizaciones «de carácter social» como Cruz Roja o Protección Civil.

La despoblación ha desencadenado que en algunas localidades tampoco se vean tan agraviados por la falta de mesas electorales. En los municipios pequeños es habitual que la designación de los miembros de la mesa obligue a repetir ‘cargo’ a los mismos vecinos una y otra vez, un presidente y dos vocales, además de los correspondientes sustitutos. Deben ser menores de 70 años, aunque a partir de los 65 ya pueden expresar su renuncia, lo que, en algunos pueblos, deja muy pocas opciones para el sorteo de las mesas.

Información elaborada por: María Carnero, Armando Medina, Alejandro Rodríguez y Maite Rabanillo.

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