Veinticuatro jóvenes se benefician de las becas Séneca en la Universidad
Un total de 15 estudiantes procedentes de otros campus españoles estudian este curso en la Universidad de León gracias a la financiación del programa de movilidad Séneca, que el Ministerio de Educación podría suprimir de cara al próximo curso. Además, otros 19 jóvenes leoneses pueden permitirse estudiar en otra universidad españolas gracias a estas ayudas.
Son los datos facilitados ayer por el vicerrectorado de Relaciones Internacionales encargado de la gestión de estas becas que suponen una mensualidad de 500 euros (durante nueve meses) más otros 120 euros que recibe el estudiante como primera ayuda para hacer frente a los gastos de movilidad.
Se trata de ayudas financiadas íntegramente por el Ministerio de Educación y que, en el caso de los estudiantes vinculados a la ULE, supone un desembolso por alumno de 4.620 euros, lo que deja un desembolso de 110.880 euros al año.
En caso de suspenderse, el Ministerio asegura que se trataría de una medida centrada en el próximo curso y que se volvería a debatir, en función de la situación económica, sobre la conveniencia de ofrecer las becas Séneca para el curso 2015-16. En los Presupuestos de 2012 las partidas de becas sufrieron un recorte del 3,77%.
El rector de la Universidad de León, José Ángel Hermida, destacó que esta medida es una muestra más de la «filosofía del recorte» impuesta a causa de la crisis económica y pidió que no se cierre globalmente el programa.
Por otro lado también argumentó que «en determinados momentos a lo mejor es preferible favorecer familias que no tienen para comer que la movilidad de los estudiantes».
Ante este anunció se pronunció la Asamblea Estatal de Representantes de Estudiantes (Aere), donde está representada la Junta de Estudiantes de la ULE, que rechazó esta medida. «Durante años se vendió a la comunidad educativa que el Espacio Europeo de Educación Superior se basaba en la movilidad, tanto interna como externa, y así se constata que una vez más, este argumento era una simple máscara para dulcificar un proceso cuyo fin último es la privatización de la educación superior», resaltaron los estudiantes.
Consideran la medida «segregadora» que no hará sino «profundizar» las diferencias e impedir que los jóvenes puedan estudiar.